Este programa tiene el propósito de contribuir en la agregación de valor de las cadenas agroindustriales del pajarete, de los olivos y de las hortalizas del Valle del Huasco, a través de un sistema de transferencia tecnológica (extensionismo) e innovación efectivo para mejorar la competitividad territorial de las micro y pequenas empresas.

Mejorar la eficiencia de riego y fertilización de la agricultura del Huasco, de manera que en suelos diferentes a la zona central se utilicen tecnologías adaptadas a las necesidades locales y los huertos expresen su potencial productivo.; Mejorar la productividad y rendimientos de los predios del Huasco, de manera que se genere conocimiento y expertise local de parte de la comunidad agrícola (productores, asesores, estudiantes, profesores, funcionarios públicos, et;).; Mejorar los procesos industriales y de agregación de valor, de manera que los productos industriales del Huasco generen una diferenciación, sean reconocidos por su calidad, sea posible el desarrollo y fortalecimiento de una identidad territorial y sea posible mantener una opción industrial de la producción de manera constante, asegurando un mercado para los productos.; Mejorar la gestión de las empresas, de manera que los agricultores puedan utilizar herramientas de medición y control, que les permitan un mejor análisis en el proceso de toma de decisiones.; Mejorar la comercialización de los productos, de manera de complementar los esfuerzos de diferenciación de la producción, buscando nichos de mercado especializados (que valoren la calidad de la producción), desarrollando la logística y los sistemas de inteligencia de mercado.

Luego de la construcción (y posterior llenado en el ano 1997) del embalse Santa Juana, en la provincia del Huasco ha existido seguridad de riego, lo que ha permitido ir pasando desde una agricultura anual y tradicional, hacia una sector con mayor nivel tecnológico, nuevas especies y plantaciones, que aprovecha las ventajas del libre comercio internacional y que se proyecta como uno de los sectores mas importantes para la región. Desde este gran hito territorial, el sector público y privado han invertido en el sector en forma consistente, mostrando una de las mejores tasas de crecimiento anual (5,2%; PTI 2007) del país. Pese a esta nueva dinámica, los micro y pequenos agricultores (>95% del total; INE 1997) se han quedado atrás, mostrando graves brechas productivas, tecnológicas y de gestión que les impiden ser protagonistas de este crecimiento provincial. Las causas son complejas y requieren de una acción integral en este segmento, de manera tal que el agricultor pueda ser apoyado desde el punto de vista social, educacional, técnico, comercial, estratégico y financiero.En este contexto, este programa tiene el propósito de contribuir en la agregación de valor de las cadenas agroindustriales de la vid, de los olivos y de las hortalizas, por parte de la micro y pequena empresa del Valle del Huasco, a través de un sistema de validación, desarrollo, innovación y transferencia tecnológica para mejorar la competitividad de la agricultura del territorio. Busca así disminuir las brechas existentes entre los agricultores que utilizan apropiadamente las tecnologías disponibles y aquellos que se han mantenido en una agricultura tradicional, grupos entre los cuales existen grandes diferencias productivas, de costos, de gestión y de acceso a canales comerciales. Con este objetivo, se ha constituido un grupo de actores relevantes del territorio, para organizar una serie de acciones de desarrollo, capacitación, innovación, transferencia y difusión de nuevas tecnologías, a través de la coordinación de acciones y articulación de instrumentos de innovación (plataforma tecnológica). Así, en tres anos, se pretende modernizar el sistema productivo del Huasco, y debe ser capaz de generar conocimiento y 'expertise' local en la adaptación de tecnologías a la realidad territorial y fomentar la generación de innovaciones en los procesos y en los productos. Dada la condición diferente de clima (altas t°, baja HR, viento, etc.), agua (pH básico, salina y escasa) y suelo (pH básico, salinos y con baja concentración de MO) de esta zona árida, es que existen diferencias técnicas con la agricultura de la zona central para todas las especies, apremiando contar con un sistema tecnológico local, de manera de enfrentar los desafíos de una nueva agricultura internacionalmente competitiva. Los ejes estratégicos involucran a toda la cadena de valor de los rubros de uva (de mesa y pisquera), olivos (para aceite y aceituna) y hortalizas, debido a que son las especies que presentan el mayor número de agricultores, la mayor superficie cultivada y las que poseen el potencial de mayor impacto, aunque cuenten con las mayores brechas. En este sentido, serán trabajados aspectos tales como el riego, fertilización, tecnologías de producción, gestión, industrialización, valor y comercialización.