El consumo de los llamados alimentos funcionales se ha incrementado notablemente a nivel mundial en los últimos años, comportamiento causado principalmente porque los consumidores comienzan a informarse con mayor interés y responsabilidad sobre los beneficios que tiene la alimentación en la promoción de la salud y prevención de enfermedades. Los alimentos funcionales son alimentos en los que se ha demostrado que poseen beneficios más allá de la nutrición, pudiendo jugar un rol importante en la prevención de ciertas patologías.La industria láctea utiliza como materia prima principalmente la leche procedente de animales, alimentos que han tomado gran importancia en los últimos años por la promoción de la buena salud, por su alto y variado aporte de vitaminas, minerales y efectos probióticos, mejorando la función gastrointestinal y fortificando el sistema inmunológico. Dentro de este contexto, la leche es un alimento de alto valor nutricional que complementa la dieta materna del lactante en sus primeras etapas de crecimiento, y que en etapas posteriores, para el niño mayor y el adulto, ofrece ventajas importantes frente a otros alimentos (http://www2.inia.cl/medios/biblioteca/serieactas/NR30045.pdf). Sin embargo, en algunos casos específicos y particulares, se le pueden asociar dos problemas nutricionales importantes: el primero de ellos está asociado al hecho de contener lactosa, un azúcar que produce ciertos malestares en personas intolerantes, lo que hace que sean incapaces de procesarla. La segunda, se debe a su alto contenido de grasas saturadas, no siendo recomendable para personas con colesterol alto e hígado graso (Paper 1).Como una atractiva solución frente a los inconvenientes antes mencionados, y como una alternativa de consumo, por ejemplo al veganismo, han surgido las leches vegetales, abriendo un nuevo mercado para la industria de los lácteos, en especial en Chile, ya que es un país productor reconocido de materias primas agrícolas. Según fuentes guber