Rescatar, multiplicar y comercializar semillas tradicionales, a través de la valorización y difusión del patrimonio agrocultural de las guardadoras de semillas campesinas.

Rescatar las prácticas agroculturales de las guardadoras de semillas campesinas de hortalizas y frutales a través de su seguimiento y registro.Multiplicar semillas y material genético de hortalizas y frutales antiguos a nivel local y en el Centro multiplicador 'El semillero de las campesinas', utilizando prácticas agroecológicas.Comercializar en forma asociativa, en 'El semillero de las campesinas', la producción de semillas y material vegetativo rescatado, por parte de ANAMURI.

(Máximo 3.500 caracteres)Las semillas son patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad, han sido fundamento para su soberanía y autonomía alimentaria, Colombia por ejem es uno de los países con mayor agrobiodiversidad expresada por miles de variedades nativas y criollas que están en las manos de millones de agricultores de las comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas. Los campesinos e indígenas que acceden a apenas el 24,7% de las tierras y territorios, son responsables de más del 70% de la producción de alimentos del mundo. En el ano mundial de la Agricultura campesina, la FAO reconoció su rol estratégico en la lucha contra el hambre. Las semillas son el primer eslabón en la cadena agroalimentaria. Quien las controla, controla la disponibilidad de alimentos. Son el recipiente que transporta el pasado, la visión, el conocimiento y las prácticas acumuladas de las comunidades campesinas en todo el mundo que, durante miles de anos, las ha domesticado, conservado, criado, utilizado e intercambiado desde épocas ancestrales. Con la revolución verde las semillas se modificaron de manera industrial haciendo posible cultivos homogéneos en sistemas de cultivos basados en el petróleo. Esto ha significado una gran pérdida de agrobiodiversidad, una pérdida cultural y de autonomía de los agricultores campesinos. Se ha invalidado sus sistemas de pluricultivos, por el monocultivo. Las asociadas de ANAMURI son mujeres campesinas con terrenos que en general son de menos de 1ha. Ellas defienden el derecho de los pueblos a decidir sobre su sistema alimentario y la identidad campesina como una forma de vida y de producir. En el cumplimiento de su misión, estas mujeres se enfrentan por tanto a la dificultad de acceso a las semillas tradicionales puesto que son escasas y también a la pérdida de diversidad de especies antigua. El manifiesto deterioro del medio ambiente y los problemas asociados de salud como es la obesidad, dan como resultado cambios en las tendencias de consumo de alimentos. Luego de décadas de alimentos cultivados con agroquímicos, poco sabrosos y poco diversos, las personas quieren consumir alimentos naturales, con identidad territorial y campesina. Las asociadas de ANAMURI consideran que dadas sus fortalezas son quienes están en mejor posición para abordar esta oportunidad enfrentando los problemas expuestos con el desarrollo del Centro 'El semillero de las campesinas' orientado a multiplicar los recursos genéticos de tradición e identidad campesina que ellas mismas guardan. Así, esta propuesta tiene como objeto valorizar especies de frutales y hortalizas de tradición campesina en la región central del país a través de su rescate y reproducción agroecológica para atender la demanda de la agricultura familiar campesina, de agricultores agroecológicos, orgánicos, huerteros urbanos, y desde ahí la de empresas elaboradoras y consumidores de alimentos sanos. Específicamente busca hacer un catastro de especies de interés entre las asociadas de ANAMURI, obtener agroecológicamente en espacios locales semillas y material vegetativo de frutales, multiplicar este material en un centro ubicado en la VI Región 'El semillero de las campesinas' y valorizar este patrimonio comercializándolo en un territorio más amplio, relevando sus cualidades de producto agroecológico de mujeres campesinas. Se hará un estudio económico y plan de negocios en vistas a formalizar un emprendimiento asociativo. A través del método campesino a campesino las agricultoras asociadas ampliarán el número de proveedoras capacitando al menos a 5 campesinas cada una. La propuesta contempla actividades de difusión como seminarios, ferias y días de campo. Como resultados se espera detectar al menos 10 especies adicionales de interés que aporten diversidad en el emprendimiento, ventas de productos de $3 millones (semillas de tomate negro, arvejas de flor morada y lechuga y frutales, variedades de peras, duraznos betarraga, vid, albaricoque y p