Conocer experiencias de sistemas de gestión asociativa para la certificación de productos orgánicos producidos, procesados y comercializados con destino al mercado local y de exportación en dos países sudamericanos.

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La demanda por el consumo de productos orgánicos crece a una tasa del 20 % anual en los países desarrollados, lo cual ha motivado el incremento de las superficies trabajadas con distintos tipos de cultivos orgánicos en los países de contraestación a partir de los cuales se abastecen de materias primas (frutas y hortalizas).Paralelamente en Chile se promulgó y se pone en vigencia la Ley Orgánica que de acuerdo a la experiencia generada en otros países, debiera traducirse en un aumento paulatino en la demanda e interés por el consumo de productos provenientes de sistemas orgánicos, lo cual requerirá aumentar las superficies trabajadas en nuestro país con ese destino.La certificación orgánica de los distintos productos trabajados bajo estos protocolos ha sido tradicionalmente de carácter individual con costos asociados muy elevados que han impedido la participación masiva de la pequena agricultura en estos sistemas. Para ello existen hoy en día los sistemas de certificación que se trabajan asociativamente a través de Sistemas de Control Interno que son reconocidos por los distintos protocolos orgánicos teniendo como ventajas la ostensible reducción de los costos unitarios por este concepto, amén de incentivar un trabajo asociativo y coordinado en función de los mercados propios de cada grupo en particular.Los países sudamericanos, entre ellos Uruguay y Brasil, han practicado por anos la producción orgánica certificada mediante sistemas de gestión asociativa desarrollada por grupos cooperativos en los más diversos rubros, cuya experiencia es importante conocer y rescatar en plenitud considerando sus enormes beneficios y también sus dificultades en la implementación.Existe actualmente un proyecto de innovación del FIA que está siendo trabajado por un grupo de nueve pequenos productores en la zona de Angol y Renaico en la Novena Región con el propósito de producir hortalizas y berries a través de sistemas orgánicos gestionados asociativamente mediante un sistema de control interno; cuya experiencia previa no existe a nivel nacional. Es por ello que se ha estimado relevante poder incorporar en la agenda del mentado proyecto, la realización de una misión tecnológica para conocer el modus operandis de estos sistemas de gestión asociativa en los citados países con una larga trayectoria en el tema y que significará un aporte además para su adecuada implementación en la pequena agricultura del sur de Chile.