En Chile, el cultivo de los abalones es una industria con un marcado crecimiento y con amplias perspectivas de desarrollo, dada las condiciones ambientales de nuestras costas y el gran mercado que ofrece. Junto con diversificar la acuicultura nacional, dotándola de un nuevo recurso a producir, la abalonicultura es una industria que conlleva la generación de negocios paralelos asociados a servicios, comercio, transporte, etc.Uno de los principales problemas que enfrenta hoy la industria abalonera a nivel nacional es el suministro de alimento. Actualmente se utilizan las macroalgas como el principal item de alimentación en el cultivo, tanto en tierra como en sistemas suspendidos en mar. Esto ha llevado a sobreexplotar las praderas cercanas a los centros de cultivo produciendo inestabilidad y una marcada estacionalidad en el suministro de alimento. Esta situación ha llevado a la entidad normativa del sector pesquero a establecer algunas medidas tendientes a regular la explotación de las praderas de algas, situación que ya se ha iniciado para la zona norte del país. Por otra parte, el alimento artificial no ha sido una solución para esta problemática ya que no se ha desarrollado en la industria nacional y su importación aumenta notablemente los costos de producción. Frente a esta realidad, desarrollar alimentos para abalones que permitan un abastecimiento constante durante todo el ano y con un precio competitivo, es una necesidad imperiosa ya que de ello depende el crecimiento y desarrollo de la industria abalonera nacional. El objetivo principal de este proyecto es desarrollar nuevos alimentos derivados de vegetales terrestres como plantas forrajeras actualmente utilizadas en el la crianza de ganado. Los antecedentes al respecto indican que los abalones se alimentan de ensilajes de algas y que otros invertebrados marinos, como los erizos, se cultivan en países asiáticos con vegetales terrestres frescos o congelados. Estos y otros indicios indican que