Desarrollar y difundir un modelo de producción basado en menos jornadas hombre por kilo producido, que mantenga la competitividad de pequeños productores de durazno para industria.

1. Evaluar alternativas de modificación de huertos establecidos de duraznos conserveros, adaptándolos a sistemas pedestres y manteniendo la productividad del árbol.2. Adaptar la tecnología de raleo cáustico de flores de manzanas, basada en crecimiento del tubo polínico, a durazneros destinados a la industria.3. Identificar productos para realizar el raleo cáustico de flores de duraznero, poniendo énfasis en el resultado productivo del árbol.4. Evaluar la eficiencia en el uso de la mano de obra de diferentes opciones de manejo en duraznos conserveros.5. Difundir los resultados a productores de duraznos para industria de las regiones V, VI y Metropolitana.

En relación al problema y sus potenciales usuarios, en la industria del durazno conservero participan una fracción importante de pequenos productores distribuidos principalmente en la V y VI regiones. A diferencia de lo que ocurre para fruta fresca, las exigencias de calidad de la fruta son menores, pues ésta se destina a conserva y a pulpa, y los productores han tenido menores exigencias en términos de certificaciones, etc. Las empresas industriales contratan fruta y la liquidan a precios conocidos con anterioridad, y en plazos menores a los usualmente usados para fruta fresca. Todo esto, además de la precocidad de la especie, hace que, aunque no es la mejor alternativa económica, si sea considerada más 'segura' por los productores, convirtiéndose en una de las alternativas comunes para pequenos productores de esas regiones, realidad que fue conocida por los programas PDP y proyectos realizados por el grupo de trabajo en las regiones V y VI. En términos de tecnología, especialistas de INIA realizaron aportes importantes a la industria del durazno conservero que aún perduran entre los pequenos productores de duraznos en la V Región, labor que es continuada por algunos programas de asesoría llevados a cabo por INDAP. Por otro lado, también se aprecia una influencia de la industria exportadora de fruta fresca en la industria, especialmente en productores de mayor tamano en la VI Región.Las exigencias actuales de la industria se orientan en dos sentidos, fruta destinada a conserva, de mayor precio, y fruta destinada a pulpa, que recibe un menor precio; es necesario recordar que a menor tamano, mayor volumen de producción. De acuerdo a las estimaciones realizadas por el grupo de trabajo, el punto de equilibrio, o de mayor ingreso para los productores, está en producir una proporción de fruta destinada a pulpa de alrededor de un 20% (a model for canning peach crop value using a software for dynamic modeling; Reginato, G., C. Pinto y R. Infante, 2014, en prensa). De esta manera, desde un punto de vista comercial y objetivo de la producción, hay poco espacio de acción para optimizarla. Por lo tanto, el desafío actual de los productores, grandes y pequenos, para mantener la competitividad de este importante rubro agroindustrial, es producir al menor costo por kilo posible.Como cualquier proceso productivo frutícola, la producción de duraznos para industria es altamente dependiente de la mano de obra disponible. Al respecto, no es para nadie un misterio que este recurso se ha puesto más escaso y de costo más elevado en los últimos anos, poniendo mayor presión a la necesidad de desarrollar modelos de producción que permitan reducir la incidencia de la mano de obra, no necesariamente en su costo total, pero sí en la demanda de jornadas por tonelada de fruta producida, que es la unidad que, en definitiva, deberemos manejar en un entorno de mano de obra encarecida, como el esperado en el futuro. El requerimiento de jornadas hombre en este cultivo se puede reducir, en términos prácticos, a tres momentos o labores: poda, raleo y cosecha. En relación a la poda, en durazneros, ésta es de detalle, pues se renueva toda la madera frutal cada ano; en este contexto, las alternativas de realizar podas mecánicas sólo se limitarían a aquellas que mantienen la iluminación al interior de la copa en el verano; la poda de invierno será muy poco mecanizable, aunque si puede ser asistida con el uso de plataformas que transporten al personal, las que podrán ser mayoritariamente incorporadas por productores más grandes y, en mucha menor medida, por aquellos pequenos. Entonces, una alternativa perfectamente viable para estos últimos es la que propone parte de este proyecto, reducir la altura de las copas, de manera de realizar todo el trabajo desde el suelo. Una situación similar es también válida para la labor de cosecha; productores más grandes podrán incorporar plataformas de cosecha; con ellas, aun cuando no aumentan sustancialmente la eficiencia de