Controlar la población de la mosquita blanca del fresno en olivos a niveles bajo el dano económico.

Seleccionar aislamientos de hongos entomopatógenos, específicos para el control y/o manejo de la MBF. Obtener una formulación y un método de diseminación de HEP en la zon Determinar los factores (bióticos o abióticos) que inciden en el incremento o disminución de la población de mosca blanca del fresno en Azap Determinar y caracterizar las causas del comportamiento de Encarsia inaron en olivo. Transferencia y difusión de los resultados.

La mosquita blanca del fresno (MBF) Siphoninus phillyreae (haliday) es un insecto plaga, que fue detectado en olivos del valle de Azapa el ano 2007. El dano provocado por esa plaga comenzo a tener mayor connotación en los olivares a partir del ano 2008, con un 40% promedio de hojas infectadas, por lo que el impacto productivo son pérdidas del orden del 40% en la producción de olivas. La relevancia económica que ha alcanzado esta plaga, en la región, ha afectado la inversión para la producción de olivas, incrementando los costos por la compra de insumos agrícolas y costos ambientales por contaminación, se afecta la calidad de vida rural, restricción de mercado por residuos químicos para controlar la plaga, generando problemas para los olivicultores y productores de aceituna de mesa y aceite de oliva. El proyecto generará estrategias de control biológico de la MBF, mediante la evaluación y producción de organismos antagonistas como hongos entomopatógenos (HEP) y sustancias atrayentes (semioquímicos) de Encarsia inaron, los cuales permitirían controlar la plaga a niveles bajo el umbral de dano económico y reducir consecuentemente los costos de producción. En una primera etapa se realizará una prospección a nivel regional de HEP y se evaluará su acción en laboratorio junto con la colección nacional de HEP del INIA Quilamapu. Paralelo a esto, se realizarán pruebas de identificación de sustancias atrayentes del entomófago Encarsia sp. y la respuesta de la MBF ante factores abióticos del valle de Azapa. En una segunda etapa se realizará la formulación de la cepa seleccionada, y se evaluará en campo en parcelas afectadas. La tercera etapa consistirá en la difución de los resultados a través de charlas técnicas de capacitación, días de campo, página web y cartillas divulgativas.