En seminario organizado por El Mercurio, representantes del mundo público, privado y de la academia, compartieron experiencias y subrayaron la oportunidad de Chile en el desarrollo de soluciones para valorizar los residuos alimenticios.
21-abr-2025
Fuente: Transforma Alimentos | Fotografía: Flickr
Según datos de la FAO, alrededor de 1.300 millones de toneladas de alimentos se pierden o desperdician al año, lo que equivale a un tercio de la producción para consumo humano. Una problemática que tiene impactos medioambientales, económicos y sociales, si se considera que los desperdicios se producen en toda la cadena, desde que un alimento es cultivado hasta que llega a la mesa. Así se evidenció en el Seminario Agenda Alimentos 2025, realizado recientemente por El Mercurio.
"Es un problema moral, ético, de estar perdiendo alimentos en un mundo en que todavía la seguridad alimentaria no está garantizada para un porcentaje muy alto de la población. Adicionalmente, esa comida que se desperdicia, produce un 10% de los gases de efecto invernadero, o sea, está contribuyendo al calentamiento global, a través de la emisión de metano (…) La buena noticia es que, si lo abordamos, puede tener muchos beneficios", rescató la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas.
De acuerdo con Hugo Espinosa, director ejecutivo del Banco de Alimentos de Lo Valledor -el más grande del país, con 59 años de existencia-, las mermas se producen en distintos eslabones de la cadena: en el consumo de hogares, en las cosechas, durante el transporte, en el proceso de envasado e, incluso, en el almacenamiento. "Ahí es donde los bancos de alimentos tenemos un rol importante, ya que nos permite recuperar alimentos que conservan su valor nutricional, aún aptos para el consumo y entregarlos a quienes no tienen asegurado su alimento diario", destacó. En Chile existen cuatro bancos de alimentos (tres en la Región Metropolitana y uno en Biobío); realidad que dista de otros países del continente como México, que cuenta con 53 o Colombia, con 24 bancos.
La innovación y el desarrollo tecnológico son esenciales en el rescate y valorización de productos, ya que brindan la oportunidad de transformar negocios, haciéndolos más sostenibles. Gracias a esta mirada, aseveró el subgerente de Sostenibilidad Corporativo de Cencosud, Raúl Troncoso, están impulsando iniciativas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) y con estrategias climáticas en cada uno de los países donde operan. "Trabajamos con startups, lo que nos ha permitido valorizar alrededor de 2.000 toneladas de residuos orgánicos en Chile y más de 14.000 en la región, lo que incluye a los seis países donde operamos: Argentina, Perú, Brasil, Estados Unidos, Colombia y Chile", recalcó.
Esta visión de oportunidad es compartida por el director del INTA de la Universidad de Chile, Francisco Pérez, quien aseguró que hoy para la industria "innovar es parte de los procesos de reformulación de alimentos". En un escenario donde se proyectan altos niveles de obesidad y un marcado envejecimiento de la población hacia el año 2050, se hace imprescindible buscar nuevas formas de aprovechar los alimentos. "Podemos satisfacer la necesidad de una alimentación saludable y, además, evitar la inequidad, para que las personas puedan elegir los alimentos que consumen", destacó.
Lo anterior se ve reflejado en el ámbito comercial. "Desde hace unos 10 o 15 años, hay disposición hacia un pago mayor por este tipo de productos. Ha habido una evolución en torno al consumidor, que hoy es mucho más consciente y busca, efectivamente, en las góndolas, espacios de venta, en los canales de venta físico o e-commerce, una oferta de valor con atributos de sostenibilidad", dijo el representante de Cencosud.
Innovación y alianzas para la Prevención de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos al 2040
"En los últimos años, hemos visto un creciente consenso en el sector, respecto a que las pérdidas y desperdicios de alimentos requieren medidas sistémicas y alianzas público-privadas para ser abordado eficazmente. En este contexto, la innovación emerge como una herramienta clave en la generación de nuevos productos y servicios para abordar esta problemática. Desde Transforma Alimentos, observamos cómo, año tras año, se consolida una oferta atractiva de empresas con esta mirada, varias de las cuales, han sido destacadas en alguna de las cinco versiones del Catálogo de Innovación Alimentaria de Chile", sostuvo Graciela Urrutia, gerente del Programa Estratégico Transforma Alimentos.
Una de ellas es Maifud, empresa dedicada a rescatar alimentos que no cumplen con los estándares estéticos del retail o que provienen de sobreproducción y que, actualmente, se encuentra desarrollando una línea de alimentos upcycling, concepto referido a transformar materiales o productos que ya no son útiles en otros de mayor valor. "El consumidor está cambiando y valora cada vez más la sostenibilidad y la transparencia en la industria alimentaria (…) Esto ha impulsado iniciativas como la nuestra y también nuevas estrategias en la industria, como el upcycling y los modelos de economía circular, que abordan este problema a lo largo de toda la cadena de suministro: desde la producción y la distribución hasta el consumo y los hogares", destacó Darío Contreras, CEO de la empresa.
A nivel de Estado, el Ministerio de Medio Ambiente está impulsando dos proyectos de ley en la materia: uno que regula el desperdicio de alimentos destinado al consumo humano y otro, orientado a valorizar los desechos orgánicos. Además, desde fines del año pasado, está coordinando la elaboración de una Estrategia Nacional para Prevenir la Pérdida y Desperdicio de Alimentos al año 2040.