Diversas investigaciones revelan que, desde la época prehispánica, los pigmentos naturales se han usado para la elaboración de colorantes utilizados para pintar murales, vasijas, códices e inclusive para el tatuado y grabado del cuerpo humano y la vestimenta utilizada en los rituales mágico-religiosos.
05-dic-2018
Por su importancia cultural, económica e histórica, en nuestro país destacan ocho materiales tintóreos dentro de una gran diversidad como son: el cempasúchitl (Tagetes erecta), el añil (Indigofera spp.), el palo Brasil (Haematoxylum brasiletto) el palo de Campeche (Haematoxylum campechianum), el zacatlaxcalli (Cuscuta tinctoria), la mora (Chlorophora tinctoria), el achiote (Bixa Orellana) y Dalia silvestre (Dahlia coccinea).
En el pasado, los tintes obtenidos del cultivo de las especies de cochinilla, añil y palo de Campeche fueron exportados en volúmenes significativos, lo que generó una fuente importante de divisas. Sin embargo, por diversas circunstancias tecnológicas, económicas y sociales, fueron reemplazados por tintes sintéticos, decayendo la producción, la exportación y la utilización de tales pigmentos.
En el sur-sureste de México destacan especies endémicas con propiedades tintóreas, tal es el caso de la jagua o maluco (Genipa americana L.) la cual, desde la antigüedad, nuestros ancestros la han utilizado como pigmento para diversos usos y aplicaciones. Existe un bagaje de conocimientos empíricos para potenciar el uso de dicho pigmento natural en las industrias alimentaria, cosmética y medicinal. Sin embargo, dicha especie actualmente colectada de forma silvestre para la extracción de la genipina, a partir de los frutos de dicha planta, demanda su cultivo mediante la generación de un paquete tecnológico que permita su producción agroecológica, sustentable e intensiva, lo cual permitirá la conservación del germoplasma nativo y la producción agroindustrial bajo un marco legal y amigable al ambiente. Este ha sido el eje del proyecto "colecta, conservación, cultivo y producción sustentable de especies tintóreas", que han ejecutado los Doctores Doris Arianna Leyva Trinidad y Jesús Arreola Enríquez, de la Línea de Generación y Aplicación del Conocimiento (LGAC) Bioprospección de Recursos Genéticos del Trópico, del Colegio de Postgraduados Campus Campeche.
Esta investigación surge a raíz de la necesidad de buscar tintes que no representen un peligro de toxicidad para las personas, como lo hacen los tintes sintéticos, que ponen en peligro la salud de consumidores y trabajadores de la industria. Además de disminuir la contaminación y cuidar al medio ambiente.
El tinte que se extrae del fruto utilizado para hacer tatuajes temporales, sirve para ocultar las canas teniendo la ventaja de mantener el color por tres semanas, lo que puede ser novedoso y revolucionar la industria de cosméticos que tiene el problema de los efectos nocivos que ocasionan los químicos utilizados en la mayoría de los tintes comerciales.
En la medicina tradicional se emplea la jagua en el tratamiento contra la bronquitis, dermatosis, cálculos renales, presión baja, cataratas; además, se le atribuye tener propiedades diuréticas, estomacales, en infusión se emplea como remedio para anemias, ulceras y enfermedades venéreas como la gonorrea, en su aplicación tópica seca los tejidos y puede producir una acción cicatrizante, antiinflamatoria y antihemorrágica. Una característica que la hace diferente a otras plantas es que se seca, pero nunca se pudre. La jagua puede consumirse cruda, en dulce, en mermelada, en gaseosas, en té y si se fermenta el fruto maduro puede lograrse también una bebida alcohólica.
Otro de los sectores a los que pretende llegar esta investigación es a las compañías de alimentos, que a nivel mundial están cambiando sus opciones de colorantes, eliminando de sus productos los colorantes artificiales para reemplazarlos por otros naturales, con el objeto de brindar una mayor calidad, estabilidad y mejores ofertas de color que permitan a la industria alimentaria evolucionar hacia opciones más saludables.
Los colorantes naturales son una fuente de empleo para los sectores rurales, en los últimos 150 años se han sintetizados más de 10 mil compuestos químicos coloridos que se han utilizado tanto en la industria de los alimentos como en la industria textil.
Los colorantes vegetales representan una fuente sustentable respecto a su contraparte sintética, pues son un recurso renovable que disminuye el uso de colorantes artificiales ayuda a reducir la contaminación y, por ende, obtener un ecosistema más saludable que a la vez permita llevar un estilo de vida mucho más saludable.
Contacto:
Subdirección de Vinculación
Campus Campeche
Colegio de Postgraduados
subvincam@colpos.mx
Fuente: https://www.colpos.mx