Culmina proyecto que pone en valor la tradicional Pilwa Lafquenche

22-feb-2018

Con la entrega de certificados de capacitación en buenas prácticas de recolección y una ceremonia donde mostraron parte de sus bailes tradicionales, se dio término a un proyecto que involucró a instituciones del mundo de la cultura, de la agricultura y comunidades lafquenches de Puerto Saavedra en torno a la restauración del chupón o "kai" en mapudungún, una planta que es materia prima de las tradicionales pilwas o bolsas de compras.

Saúl Pérez, encargado nacional de turismo rural y artesanías de Indap explica que en 2014 dicha agencia del Minagri formalizó la artesanía como un rubro de preocupación para el agro y que dentro de su diagnóstico "se descubre que las fibras vegetales son las que están en mayor peligro" relató.

La tradicional cestería de los lafquenches, pueblo mapuche de la costa de la región de la Araucanía -cuya pieza más conocida es la comentada pilwas- es uno de los patrimonios culturales que se enmarca en esta categoría. Es por esto que hace dos años FIA junto a Infor comenzaron un proyecto que buscó ponerla en valor, tanto a nivel agronómico como cultural.

María José Etchegaray, directora ejecutiva de FIA, explica que esta iniciativa responde a la línea de Rescate del Patrimonio Agrario, Agroalimentario y Forestal que la Fundación viene trabajando hace ya diez años y que hace cuatro cuenta con una convocatoria específica para este tipo de iniciativas a lo largo de todo el país.

"Comenzamos a trabajar con la artesanía a través de la materia prima agraria. Una de las conclusiones a las que llegamos es que a través de la innovación se puede agregar valor no sólo a la materia prima, sino que también a su manifestación cultural asociada, en este caso, la tradición del trenzado. Así hemos recorrido un camino que nos tiene trabajando 64 proyectos en esta línea, a lo largo de todo el país", explica la directora ejecutiva.

Impacto en la calidad de vida

Una de las misiones de la agencia de innovación del Minagri es ser un aporte a la mejora en la calidad de vida de los agricultores y agricultoras de este país, especialmente aquellos que pertenecen a la Agricultura Familiar Campesina (AFC).

Sólo durante 2017, las artesanas participaron en 15 ferias en Temuco, Valdivia y Santiago, oportunidad que se les abrió gracias a esta iniciativa. Al mismo tiempo, hubo avances concretos a nivel económico: mientras en 2016 una pilwa se vendía a dos mil pesos o se intercambiaba por yerba mate u otro tipo de alimentos, hoy tienen un precio que fluctúa entre los seis mil y quince mil pesos, según la complejidad del diseño y tejido.

"La producción concentrada y orientada a abastecer ferias y nuevos canales de venta, también contribuyó a la revalorización de los productos", explica Juana Palma, investigadora del Infor y coordinadora del proyecto. "Las mujeres y familias dedicadas a este oficio, están muy orgullosas, ya que con su trabajo están siendo un aporte real en la economía del hogar", explica.

La economía mapuche siempre se ha basado en el desarrollo de distintos oficios: "hay familias donde todos sus miembros se dedican a la artesanía, siendo este el principal ingreso familiar, más allá de la labor agrícola, que en la zona cuenta con extensiones cada vez más reducidas de terreno", finaliza la investigadora.

Fuente: Diario El Heraldo

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