Los próximos días 26 y 27 será evaluada en Roma la candidatura elaborada por la Junta.
24-sep-2017
La uva pasa, un producto con al menos tres siglos de historia y resultado de un duro y artesanal proceso de elaboración en las escarpadas laderas de la comarca de la Axarquía (Málaga), se enfrenta a su semana más importante, en la que aspira a convertirse en Patrimonio Agrícola Mundial.
Los próximos días 26 y 27 será evaluada en Roma la candidatura elaborada por la Junta de Andalucía para la declaración de la uva pasa como Sistema Ingenioso del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por parte de las Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La FAO puso en marcha en 2002 la iniciativa SIPAM para seleccionar sistemas de uso de la tierra y paisajes, ricos en diversidad biológica, de importancia mundial, que evolucionan a partir de la coadaptación de una comunidad con su ambiente y sus necesidades y aspiraciones, para un desarrollo sostenible.
La candidatura es fruto de un trabajo de más de dos años, impulsado en su origen desde la Mesa de la Pasa, colectivo integrado por organizaciones agrarias, cooperativas de agricultores y los ayuntamientos de El Borge, Almáchar e Iznate.
De conseguir el reconocimiento, la pasa se convertiría en el primer cultivo europeo con este distintivo, lo que a juicio de los promotores de la iniciativa supondría un espaldarazo a un sector que da empleo a más de 2.000 familias en la Axarquía.
Los ayuntamientos afectados consideran que la declaración, que no conllevaría ayudas económicas directas, tendría el efecto de atractivo turístico para la zona, y sería un aliciente para estos pueblos y el cultivo de la pasa, castigado por la despoblación del interior y la dificultad para asegurarse el relevo generacional.
El alcalde de El Borge, Salvador Fernández, ha explicado a Efe que la pasa está enraizada en los pueblos dedicados a su producción, que se han esforzado en mantenerla, y que ahora pueden tener en el SIPAM "una protección internacional para este tipo de cultivo tan tradicional y los que se dedican a él".
"No es fácil trabajar en pendientes de hasta 45 grados en pleno mes de agosto, y lograr este reconocimiento sería de gran ayuda desde el punto de vista turístico y contribuiría a la permanencia del cultivo", ha indicado.
El presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol-Axarquía y alcalde de Iznate, Gregorio Campos, ha manifestado que la declaración de Patrimonio Agrícola Mundial situaría a la comarca en el mapa turístico por su agricultura singular, que lleva siglos repitiendo los mismos patrones en cuanto a la pasa.
La mecanización que han conocido otras explotaciones agrarias no es aplicable a la uva pasa, cuya vendimia se sigue efectuando con la ayuda de mulas para sortear las laderas en las que se asientan los viñedos de la variedad Moscatel de Alejandría.
Una vez recolectada la uva, operación que se hace a mano, los racimos son colocados en los paseros, secaderos o toldos, que están inclinados hacia el este, con el objetivo de que el sol dé al fruto de frente y éste pueda secarse y convertirse en pasa rápidamente.
Cuando las uvas se secan por un lado hay que darles la vuelta para que el racimo quede totalmente hecho pasa, y a continuación, se recogen en cajas y se llevan a las casas, donde toda la familia colabora en la tarea de picarlos.
La conocida como "picá" consiste en separar con la ayuda de unas tijeras las pasas de los racimos y es una tarea muy laboriosa que requiere de mucha paciencia.
Por último, las pasas son clasificadas en función de su tamaño para lo que se utilizan cribas que se agitan y en las que quedan las que tienen las dimensiones adecuadas.
Para la presente campaña, la producción de pasa en la Axarquía, donde se concentra la práctica totalidad de la elaboración de este fruto en España, se moverá entre los 150.000 y los 200.000 kilos, una vez concluido el proceso de secado.
Fuente: La Opinión de Málaga