El 75% de los cultivos alimentarios dependen de la zoopolinización y no se concibe la vida en el planeta sin la presencia de las pequeñas abejas.
07-mar-2017
Las abejas acaban de ser declaradas como la especie "más invaluable" del planeta, sin la cual sería prácticamente imposible vivir en este mundo, toda vez que son responsables de la sobrevivencia de un cuarto de millón de especies florales, además de muchos otros árboles frutales y cultivos que comemos cada día.
Lo que para muchos pareciera una exageración es absolutamente real, considerando que el 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen de la zoopolinización, realidad que abre magníficas opciones de negocios y emprendimientos para las zonas que cuentan con condiciones especiales para la crianza de las abejas, entre ellas La Araucanía.
Más aún si las abejas están muriendo en muchas partes del mundo, por causas diversas pero no claramente establecidas, entre ellas el uso de agroquímicos y probablemente el aumento de antenas para las comunicaciones, que provocan su desorientación e impiden su regreso al panal. Vastas zonas rurales de esta Región, en lo fundamental la cordillera por su abundancia en flora, son privilegiadas para la producción de miel de excelente calidad.
El aumento paulatino de la temperatura en La Araucanía resulta especialmente beneficioso para la apicultura, toda vez que las temporadas de frío atentan en contra de una mayor producción. En la zona central una colmena puede entregar 20 kilos al año, en Rapa Nui entre 90 y 120.
Todos estos antecedentes hablan de la necesidad de que los organismos oficiales pertinentes entreguen un apoyo mucho más decidido a los apicultores, buscando proporcionar tecnología, conocimiento, asesoramiento y propender a una profesionalización del rubro.
Un estudio del Centro de Emprendimiento Apícola de la Universidad Mayor y de la Corporación Apícola de Chile, con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria, ha concluido que las abejas son las únicas que están libres de cualquier patógeno, como bacterias, hongos, virus y otros. Hay que cuidarlas, con mayor razón, de los otros riesgos potenciales.
Fuente: Diario El Austral Temuco