Estudiar la influencia de mallas sombreadoras (color y sombra) sobre características morfológicas, fisiológicas y productivas de nuevos cultivares de arándanos introducidos en Chile.

Caracterizar fisiológica, morfológica y productivamente, las nuevas variedades de arándanos introducidas enChile (sin mallas).Estudiar la respuesta de las nuevas variedades de arándanos bajo distintos tipos de mallas.Protocolizar la metodología de evaluación (terreno y laboratorio) para ser reproducida en Chile con esta y otras variedades ya introducidas.Establecer vínculos de trabajo con mejoradores y fisiólogos norteamericanos.

Los arándanos son frutales de sotobosque nativos del sur (Vaccinium ashei) y norte de EE.UU. (V. corymbosum), que han tenido gran expansión en Chile desde su introducción por INIA en 1979. Debido a la necesidad de producir fruta temprana (octubre-noviembre), las plantaciones de estas especies se han ido desplazando hacia el norte de nuestro país, alejándose cada vez más de las condiciones medioambientales ideales (zona sur).Ensayos realizados en Israel y_ Estados Unidos, han mostrado que el sombreamiento (dado por nivel de sombra y color de malla), puede inducir cambios morfológicos entre los que destacan: hábito de ramificación, época de floración, largo de brotes, cuaja, tamano, color y calidad interna de la fruta. El sol es la fuente última de energía que ingresa a un huerto frutal; así, al instalar mallas, se reduce el calor total en el huerto, lo que se refleja en menores temperaturas del follaje. Las respuestas observadas se deberían tanto a efectos sobre la intensidad luminosa como a cambios en la calidad de luz recibida (composición del espectro de absorción). En consecuencia, las mallas de colores no sólo alteran el ambiente que rodea la planta, sino que también modifican la planta misma y su capacidad para interactuar con el medio ambiente.En el caso de arándanos cultivados en zonas donde durante varias horas del día existe alta radiación incidente y elevadas temperaturas, la instalación de mallas permite disminuir los efectos negativos de estos excesos, lo que podría mejorar la tasa de asimilación de CO2 (fotosíntesis). Además de disminuir la fotoinhibición y la temperatura de la hoja, se reduciría el gradiente en el déficit de presión de vapor entre la hoja y el aire, lo que llevaría a una mayor conductancia estomática, evitando la depresión en la asimilación en las horas de mayor demanda hídrica (mediodía). Sin embargo, debe evaluarse la sensibilidad de los diversos cultivares a la magnitud de la reducción en la radiación a imponer con las mallas, pues si dicha disminución es excesiva, la tasa de asimilación de CO2 estará limitada por el suministro de luz y se reducirá la productividad de materia seca (lo que se ha observado en Chile con mallas negras). Paralelamente, la postura de mallas, por los cambios que provoca en la temperatura y en la morfogénesis de la planta asociados a la alteración en la calidad de luz, podría aumentar el total de carbohidratos producidos al incrementar la tasa de generación de follaje temprano en la temporada. Adicionalmente, como muestran diversos estudios, la tasa de fotosíntesis, depende de la capacidad de demanda de los carbohidratos producidos; así, la influencia de las mallas sombreadoras sobre el ambiente aumentaría la cuaja de frutos y con ello generaría una mayor demanda de carbohidratos en la planta.En Chile existe escasa o nula información respecto del efecto de las mallas sombreadoras sobre arándanos, sin embargo muchos agricultores las están usando sin fundamentos claros. Es tanto así que hemos reportado que el uso de mallas negras no tendría efecto alguno e incluso sería detrimental en el rendimiento de algunos cultivares.Las mallas alteran la disponibilidad de radiación para las plantas y con esto su morfología/fisiología, originando diferentes conductas ante este y otros tipos de estrés.Por ello, entre los posibles usuarios se encuentran productores de arándano, especialmente de la zona centro y norte del país (111 a VII Región), cuyo interés se centra en la búsqueda de herramientas que posibiliten el adecuado desarrollo y crecimiento de esta especie en zonas donde las características climáticas reducen el rendimiento potencial de las plantaciones.Otro sector productivo que podría ser beneficiado es el de los viveristas, pues al generar información sobre los efectos del uso de mallas (colores e intensidades), se les entregarán las bases · para la toma de decisiones que permitan alterar el crecimiento vegetativo (número y longitud de brotes, tamano de hojas,