La Producción Integrada de Fresa (PIMo) permite al agricultor utilizar cerca de diez veces menos defensivos químicos, aumenta la productividad por planta y aún genera un fruto más valorado por el mercado consumidor. En el año 2006, los productores de la región de Atibaia y Jarinu (SP), que adopta la PIMo desde 2006 y conquistaron la primera certificación brasileña en 2011. Desde entonces, pasaron a utilizar un sello para indicar la procedencia de su fresa, agregó valor al producto.
07-jun-2019
En 2017, el municipio de Piedad también se adhirió a la producción integrada de la fruta. Los agricultores todavía reportan ganancias en sostenibilidad, calidad de vida, seguridad del alimento y mejora de los productos.
La PIMo permite el uso de agrotóxicos, desde que registrados y utilizados como último recurso, y optimiza técnicas de plantación, manejo, cosecha y post-cosecha. Como Fagoni Calegario, un investigador de la Embrapa Medio Ambiente (SP) y coordinador del proceso desde el principio, "la integración entre los profesionales es condición fundamental para productores, técnicos y diversos agentes de la cadena de producción puede entender y adoptar prácticas más sostenibles."
"La certificación fue un paso importante que permitió a los productores comprobar, a través de diversas evidencias, que todas las buenas prácticas agrícolas y de fabricación se adoptaron, generando una fresa de alta calidad y seguridad. Esta comprobación se vuelve cada vez más importante en escenario actual, en que la inocuidad de los alimentos y la sostenibilidad se consolidan como factores de competitividad de las cadenas agrícolas ", cree Calegario.
Actualmente, los siete productores certificados en el estado de São Paulo cultivan aproximadamente 100 mil pies de fresa en dos sistemas: suelo y semi-hidropónico (hidropónico cultivado en sustrato), con óptimos resultados, de acuerdo a la investigadora. En 2018, el productor Keiji Nakashima inauguró la primera cosechadora de fresa certificada en Atibaia, sistema en el que el propio consumidor cosecha las frutas que va a llevar a casa.
Como el objetivo del sistema es reducir la utilización de agrotóxicos, desde las primeras etapas se observan criterios técnicos y se adoptan las buenas prácticas agrícolas. El productor Osvaldo Maziero, de Atibaia, trabaja con PIMo desde 2008. Destaca la importancia de las ganancias ambientales por la reducción del uso de defensivos. "Esto interfiere directamente en la calidad de las fresas, ya que el uso de estos productos es planeado y controlado. El uso racional de agrotóxicos es un camino que no tiene vuelta, somos los pioneros en Producción Integrada de Morango en Brasil. Creamos la marca del fresa certificado "Atibaia-Jarinu y otras regiones nos siguen el ejemplo, ese modo de producción comenzó aquí y queremos que continúe, somos la cuna del programa y estamos orgullosos de ello", relata el productor.
Para el productor Cláudio Donizeti dos Santos, también de Atibaia, las ganancias, además de ambientales, fueron también financieras, ya que vende el 90% de su producción directamente a los consumidores por un precio diferenciado, que considera justo, una vez que las fresas tienen garantía de seguridad del alimento.
"Con la producción integrada, la economía con el uso de defensivos es un beneficio para nosotros productores y también para los consumidores, conseguimos hacer mejor y ganamos por ese diferencial, antiguamente, usaba más productos químicos, ahora, sólo cuando es muy necesario," informes.
Para el responsable técnico de Atibaia Marcos Albertini, los productores se hicieron más conscientes en cuanto al uso de agrotóxicos. Además, la implantación de PIMo y el contacto con otros productores los hicieron más predispuestos a recibir informaciones técnicas. "La producción de fresa, con los cuadernos de campo, pasó a ser más empresarial, más profesional", cree Albertini.
Fresa con menos químicos
A menudo, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria ( Anvisa ) da a conocer los resultados del Programa de Pesticidas Análisis de Residuos (Para), advirtiendo de los peligros de contaminación de los productos frescos de residuos de plaguicidas. La fresa siempre ocupaba un lugar destacado entre los productos con mayor porcentaje de irregularidades. "En ese contexto, la certificación de un sistema sustentable con el sello del Inmetro aparece como alternativa para que los productores garanticen el mercado, ofreciendo una fresa diferenciada," cree Fagoni.
El Manejo Integrado de Plagas (MIP) es el "corazón" del sistema de producción integrada, es decir, la base técnica para la reducción de la utilización de agrotóxicos. La inversión financiera en una cultura de fresa es relativamente alta y las plantas son muy susceptibles a las plagas y enfermedades. Además, las condiciones climáticas óptimas para el desarrollo de las plantas a menudo son las mismas que favorecen la aparición de las plagas.
Fuente: Red Innovagro