Disminuir o eliminar el uso de herbicidas en huertos frutales, a través del pastoreo directo de los animales, que de forma condicionada consumen sólo las malezas, es uno de los objetivos del proyecto denominado" Ovinos entrenados para controlar malezas en frutales", que ejecuta el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, a través de su Centro Regional de Investigación (INIA) Rayentué, con el financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad, FIC, y el Gobierno Regional de O'Higgins.
19-jun-2018
El pastoreo con ovinos en huertos frutales está siendo propuesto por el INIA como una alternativa agroecológica para el control de malezas, ya que con esta técnica se eliminaría el uso de herbicidas y fertilización química, lo que permite hacer una producción limpia, con beneficios tanto productivos, como ambientales, así lo señalaron los profesionales de INIA a los asistentes al Día de Campo realizado en un huerto de nogales, unidad demostrativa del proyecto, ubicada en el sector de Valle Hidango, comuna de Litueche.
Según explicó el investigador y coordinador del proyecto, Nilo Covacevich, los ovinos son entrenados o condicionados para consumir sólo las malezas que crecen entre hileras, como así también, las forrajeras sembradas para mejorar las características físicas, químicas y biológicas del suelo. "A través de este proyecto, señaló el especialista, se han realizado varias evaluaciones en distintos predios frutales como son viñas, berries y en este caso, en un huerto de nogales, con muy buenos resultados".
TESTIMONIO
Pero, fue el agricultor Alex Cabello, quien explicó los beneficios que ha tenido, en un huerto de ocho hectáreas de nogales, utilizando ovinos para el control de malezas. "Empezamos a implementar esta técnica en nuestro huerto, en noviembre del año pasado y hemos tenido muy buenos resultados, tanto en el control de las malezas como en el mejoramiento del suelo. Pero, por otra parte hemos disminuidos considerablemente el uso de agro químicos, por lo que nuestra proyección en el corto plazo, es convertir este huerto en producción orgánica".
En tanto, el médico veterinario, Marcelo Quezada, expuso sobre los protocolos que se deben llevar a cabo en el entrenamiento o condicionamiento de los ovinos, para crearles aversión alimenticia, la que es inducida por la administración de Cloruro de Litio (LiCl) creando un reflejo condicionado, que asocia a las plantas que se desea proteger con sabores o sensaciones desagradables para los animales.
Cabe señalar que la aversión inducida a ciertos alimentos se origina en los mecanismos naturales de selección de dieta que tienen los rumiantes, donde el olor, textura, sabor y efectos post-ingesta regulan el consumo de plantas con diferente valor nutritivo y contenido de taninos, alcaloides y toxinas.
Fuente: Diario VI Región