Las exigencias de fumigación para los blueberries orgánicos que ingresan a EE.UU. provenientes de OHiggins, Maule y Biobío, para controlar la Lobesia botrana empujan el alza en la zona sur.* En un año, las hectáreas certificadas se duplicaron, pasando de 1.400 ha a más de 3.200 a nivel nacional.
19-feb-2018
Las restricciones puestas por Estados Unidos a partir de diciembre de 2013 para los arándanos chilenos, producidos entre las regiones Metropolitana y del Biobío, por la aparición de la polilla de la vid, han traído consecuencias positivas para algunos productores.
Tras la detección de algunos ejemplares de Lobesia botrana en los blueberries, que implicó la decisión por parte de las autoridades sanitarias estadounidenses de exigir la fumigación con bromuro de metilo para el ingreso a ese país -y, por tanto, que los arándanos orgánicos pierdan esa condición para entrar a su principal mercado de destino-, la fruta de las regiones no reglamentadas accedió a nuevas oportunidades.
Pocos días después del anuncio de EE.UU. sobre la exigencia de fumigación, en la industria aseguran que los precios de los orgánicos subieron al doble, lo que se mantuvo en la temporada 2015-2016 y en la anterior.
A raíz del alza de precios y tras analizar que la oferta orgánica chilena se vería fuertemente mermada -la mayor parte está entre Maule y Biobío-, varios productores de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos decidieron convertir sus huertos a orgánicos para aprovechar ese atractivo.
Cuatro años después, los datos del SAG dan cuenta de esas decisiones. Solo entre septiembre de 2016 y de 2017, la superficie de arándanos certificada orgánica aumentó 130%, pasando de 1.407 hectáreas a poco más de 3.200 hectáreas (ver infografía), con fuertes aumentos en la zona sur.
"La mayor parte de la oferta orgánica de Chile quedó restringida para entrar y se comenzaron a certificar huertos que están fuera de esa zona. Eso es lo que explica el aumento de la superficie orgánica, porque a partir de esta temporada comienzan a cumplirse los períodos de transición de convencional a orgánico", explica el director ejecutivo del Comité de Arándanos, Andrés Armstrong.
En el sector afirman que es una situación puntual, que se notaría en 2017 y este año, pero que en 2019 debería retomar un ritmo de crecimiento normal, en torno al 10% anual.
Pero la tendencia hacia una mayor proporción de arándanos orgánicos en Chile -que ocupan en torno al 25% de la superficie nacional, según el Comité de Arándanos- llegó para quedarse.
"Nunca ha pasado que la superficie orgánica disminuya, salvo en casos puntuales, como las paltas, en que bajó por los efectos de la sequía", explica el gerente de operaciones de la certificadora Ecocert, Cristián Carranza.
Más reconversión
La mayor parte de las 1.826 nuevas hectáreas de arándanos certificadas como orgánicas en 2017 se concentra en Biobío, pero las zonas del sur que no están restringidas para ingresar a EE.UU. -La Araucanía, Los Lagos y Los Ríos- suman 964 hectáreas, más de la mitad del aumento nacional.
Cristián Carranza resalta que los datos del SAG también consideran los huertos en transición a orgánico y no solo los que están certificados -algo que confirman desde el SAG, aunque aseguran que el 90% de la superficie de 2017 corresponde a huertos ya certificados- porque justamente la temporada 2016-2017 fue complicada en precios, y en Ecocert no notaron un dinamismo especial.
"Lo más concreto es decir que se justifica el aumento de la superficie de orgánicos por los huertos que han ingresado al proceso de certificación, donde se destaca desde la IX Región al sur con proyectos muy interesantes, que tienen un porcentaje muy importante dentro de la superficie total del país", comenta Carranza.
Ramiro Soffia, gerente general de Hortifrut Chile, que es el mayor productor de arándanos orgánicos del mundo y para esta temporada pretende exportar siete mil toneladas de esta fruta, el doble de la campaña anterior y el 35% del total de arándanos que enviarán, detalla que la compañía es parte del cambio, con distintos proyectos en varias regiones.
"Se dio inicio a un proyecto orgánico nuevo en la zona norte y hemos reconvertido a orgánico parte importante de los huertos de La Araucanía, Los Lagos y Los Ríos", afirma, y resalta que en el caso de Hortifrut, parte importante de los huertos propios y de sus socios ya son orgánicos o están en transición.
"En la medida que siga existiendo una demanda creciente por arándanos orgánicos, la oferta debería ir siguiendo a la demanda", añade.
El congelado
Cuando se anunciaron las nuevas reglas por la lobesia, los socios de Huertos Collipulli ya tenían el 25% de su producción orgánica y, como están en la IX Región, se vieron beneficiados por los buenos precios.
Con el aumento en la superficie, reconocen que el escenario extraordinario que vivieron en las tres últimas temporadas debería normalizarse.
"No convertimos nuevos huertos, porque ya teníamos un porcentaje que queríamos mantener. El aumento de este año es resultado de los primeros que comenzaron con la transición, han aumentado los volúmenes y los precios se están normalizando, aunque los que salen temprano todavía acceden a muy buenos precios", detalla el gerente de Huertos Collipulli, Cristóbal Duke.
Otro efecto de la restricción son los arándanos orgánicos congelados, que casi no existían en Chile y aparecieron porque los productores orgánicos de las zonas restringidas, lejos de volver al manejo convencional, apostaron por esa opción.
Si bien esto podría haber generado una baja de precios para los orgánicos congelados, Cristóbal Duke dice que, a excepción de la temporada pasada, subieron. "Antes de la lobesia, la disponibilidad de arándanos orgánicos para IQF era tan baja que el mercado no existía. La plaga generó una oferta que hizo que se creara un segmento nuevo", plantea.
Sin embargo, Armstrong advierte que en el congelado se compite con todo el mundo, porque se pierde la estacionalidad, y los años con altos stocks pueden afectar a los precios.
Diferenciación
Esta temporada, el Comité de Arándanos está haciendo un seguimiento más fino de los envíos de arándanos orgánicos, considerando las regiones desde donde salen y los destinos, y se estima que en esta campaña se exportarán entre ocho mil y diez mil toneladas, de las cuales el 90% va a EE.UU.
Para acompañar el aumento de fruta orgánica, por primera vez están haciendo actividades de promoción específicas.
"Queremos hacer un trabajo más enfocado en los orgánicos por la diferenciación que podemos conseguir respecto de otros países, como Perú", comenta Andrés Armstrong.
También cree que la homologación de las normas con la Unión Europea abre oportunidades en ese mercado, al facilitar el acceso, algo con lo que coinciden en las certificadoras.
"El acuerdo genera ventajas, porque será una certificación menos que costear y tenemos a la autoridad competente en Chile, con los mismos horarios, idioma y realidades técnicas", estima Cristián Carranza, y añade que, pese a las buenas perspectivas, no espera ver un alza explosiva en la superficie certificada, sino que aumentos anuales en torno al 10%.
En Hortifrut, en tanto, comentan que la decisión de reconvertir huertos, más que por la lobesia, pasa por la creciente tendencia de los consumidores que están dispuestos a pagar más por arándanos libres de agroquímicos.
Fuente: El Mercurio Campo