Desarrollar una actividad de transferencia tecnológica y consultoría a productores, profesionales, técnicos y distintas personas relacionadas con la producción ovina para dar a conocer la tecnología de uso de perros mestizos como perros protectores de ganado.

En muchas partes del mundo el conflicto entre la fauna silvestre y los seres humanos se ha vuelto evidente. Las diferentes actividades humanas en constante expansión sobre los hábitats naturales de distintas especies ponen en riesgo no solo la existencia de estos animales, sino también la seguridad y forma de vida de las personas y/o sus comunidades. Una de las formas más comunes de manifestación de este conflicto es la depredación de ganado por parte de carnívoros silvestres, condicionado a distintos factores relacionados con manejo y estructura de población ganadera, recursos naturales disponibles en hábitat natural del depredador y factores conductuales propios del animal1. La ganadería en Chile no esta exenta de esta situación. En efecto, reportes en estos últimos anos indican una alta taza de ataques de depredadores en las explotaciones de la zona central del país, indicando al puma (Puma concolor); los zorros culpeo (Lycalopex culpaeux ) y chilla (Lycalopex griseus ); y los perros asilvestrados y perros dométicos sin control (Canis familiaris) como los mayores responsables de los ataques, con perdidas en promedio de 12 ovinos/predio/temporada2.En la Región del Maule, datos del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) indicaron que durante las temporadas 2008-2010 se registraron un total de 1.838 muertes de animales en un total de 174 explotaciones dentro del territorio del secano de la Región, con un promedio de perdidas de 11 cabezas ovinas/predio/temporada; lo que equivale a perdidas económicas totales de $64 millones o su equivalente de $370 mil/predio/temporada. Del total de estas perdidas registradas en la Región, un 15 a 20% fueron reportadas como pérdidas por ataques de animales silvestres, destacando las tres especies ya mencionadas3,4.Para contrarrestar estos efectos negativos en los sistemas productivos se han planteado diversas soluciones alrededor del tiempo que van desde sistemas de control no letal como implementación de estímulos negativos hacia el depredador5, captura y traslado del animal6, instalación de barreras7 y compensaciones a productores por pérdidas generadas8; a sistemas de control letal que se refieren a la eliminación del animal generador de conflicto9. Sin embargo, estas soluciones requieren de variados esfuerzos logísticos de implementación y algún grado de inversión por parte de los productores o están en conflicto con normativas legales nacionales e internacionales sobre conservación de animales protegidos por estar en riesgo de extinción, además de los posibles efectos legales negativos que podría ocasionar el eliminar perros asilvestrados o incluso domésticos que al salir de sus propiedades salen a atacar rebanos vecinos10. Por otra parte, se ha destacado como solución de mitigación de depredación la utilización de perros protectores de rebanos en los planteles (LGDs: Livestock Guarding Dogs). La utilización de perros para proteger rebanos de depredadores o robos ha sido una practica que viene desde la antigüedad y actualmente se dispone de razas puras de perros para este fin, con características físicas y de comportamiento que los hacen ideales para el trabajo de protección11, como el caso del perro de Montana de Los Pirineos que posee bajos niveles de ataque a humanos u ovejas y altos niveles de permanencia en rebano y agresividad hacia animales depredadores12. A pesar de su eficiencia probada, en nuestro país no existe una gran cantidad de centros de crianza e impronta de estos animales para que puedan cumplir su función a cabalidad y la adquisición de un ejemplar de LGD puede significar una inversión significativamente alta o fuera del presupuesto para muchos productores de la Región. Los productores que normalmente reportan muchos danos son pequenos y por ello se hace imperativo formular una solución que integre la eficiencia en la protección de los rebanos con las capacidades económicas de estos productores, lo cual hace a los perros mestizos una opción atractiva.