Descubriendo la frutilla chilena: La joya blanca que dio origen a la frutilla comercial del mundo

Delicada, aromática y única, la frutilla chilena o frutilla blanca es mucho más que un fruto: es un tesoro botánico que ha acompañado a los pueblos originarios por siglos, dio origen a la frutilla comercial que hoy se cultiva en todo el mundo y conserva un vínculo vivo con la historia, la gastronomía y la biodiversidad de Chile. En este artículo, te contamos todo sobre esta fascinante fruta blanca: desde sus orígenes y variedades hasta su rol en tradiciones ancestrales, su importancia cultural y los desafíos que enfrenta para no desaparecer.

20-oct-2025

Fuente y artículo completo: Ladera Sur | Fotografía: FIA Chile | Por: Tamara Nuñez

De aroma delicado, un exquisito sabor dulce y un llamativo color blanco, la frutilla chilena o frutilla blanca (Fragaria chiloensis), también conocida como kelleñ en mapudungún, es un tesoro botánico de Chile, que guarda una larga historia y cuyo cultivo ha permanecido vinculado por generaciones a las etnias originarias del centro-sur del país. Desde antes de la llegada de los españoles, el pueblo mapuche la cultivaba con cuidado, seleccionando las plantas que producían frutos más grandes, dulces y aromáticos, y transformándolos en preparaciones que hoy siguen presentes en la cocina y gastronomía local.

"La frutilla chilena existe en nuestro país desde antes de la llegada de los españoles, cuando el pueblo mapuche seleccionó plantas de esta especie para obtener frutos de mayor tamaño, sabor y su peculiar color pálido-rosado e intenso aroma", explica Cristóbal Concha, Ingeniero en Biotecnología Vegetal, quien se ha dedicado a seleccionar genéticamente variedades semi-domesticadas, realizar cruces y seleccionar semillas con potencial productor.

No es casualidad que esta fruta ya fuera destacada en el siglo XVII por el cronista Alonso de Ovalle, quien le dio su denominación genérica. En su obra Histórica Relación del Reyno de Chile, Ovalle señala la existencia de frutillas de distintos colores -blancas, amarillas y rojas-, muy distintas a las que se conocían en Europa, evidenciando así la singularidad de este fruto en América. Este pequeño fruto, entonces, no solo seduce por su sabor y aroma, sino que también guarda historias de cultura, selección y resistencia a lo largo del tiempo.

La frutilla blanca pertenece al género Fragaria, de la familia de las Rosáceas, y su nombre proviene del latín fragans, en alusión a la fragancia de sus frutos. Se cree que las primeras plantas de F. chiloensis llegaron a América del Sur a través de aves migratorias, que habrían depositado semillas provenientes de Norteamérica. Estas plantas evolucionaron separadamente de las del norte del continente, dando origen a las distintas formas botánicas que hoy se conocen en Chile.

"Históricamente este cultivo existía desde Santiago hasta el sur de nuestro país. Con la introducción de variedades comerciales de frutilla roja desde la década de los 50-60, el cultivo perdió importancia, sumado a cambios en el uso del suelo, plantaciones forestales, llegada de nuevas plagas y el cambio climático", explica Concha.

"La frutilla blanca ha acompañado a los pueblos originarios por siglos, desde los faldeos de la cordillera de Nahuelbuta hasta la Patagonia", señala Lucía Abello, bibliotecóloga y botánica, asociada de la Sociedad de Botánica de Chile y Chilebosque, quien ha investigado por años el uso tradicional de la flora de Chile.

En ese sentido, la frutilla chilena no solo tiene una relevancia histórica y cultural dentro del territorio chileno, sino que también tiene importancia genética para las frutillas comerciales actuales, así lo explica Carlos Figueroa, Dr. en Ciencias con mención en Ingeniería Genética Vegetal y profesor asociado del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Talca:

"La frutilla chilena es otra especie del género Fragaria. De hecho, se dice que es la madre de la frutilla cultivada, porque la frutilla comercial surge a partir de un cruzamiento ocurrido hace aproximadamente 300 años entre Fragaria chiloensis, la frutilla chilena, y Fragaria virginiana. De ahí surge la frutilla que se cultiva en todo el mundo".

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