César Ascencio/ AINIA España
13-dic-2023
Fuente: AINIA | y Fotografía: FIA
La transformación digital en el sector agroalimentario se encuentra en un punto crucial, impulsada por tecnologías emergentes que prometen un futuro más eficiente y sostenible. Inteligencia artificial, los espacios de datos y el big data, los gemelos digitales y la biocomputación son tecnologías que están abanderando la innovación y abriendo nuevas oportunidades en la industria, diseñando nuevos alimentos más sostenibles y saludables, redefiniendo la cadena de suministro de alimentos y marcando un cambio significativo en la producción, gestión y comercialización de alimentos.
Como pieza clave en la transformación digital del sector agroalimentario encontramos los lagos de datos y los espacios de datos. Estas infraestructuras y plataformas en la nube no solo almacenan enormes cantidades de información, sino que también facilitan la correlación y el análisis de datos heterogéneos provenientes de diversas fuentes a lo largo de toda la cada alimentaria. Este enfoque revoluciona la forma en que las empresas agroalimentarias acceden y colaboran con la información, permitiéndoles satisfacer de manera más efectiva los requisitos de información en sus procesos de desarrollo de productos para tomar mejores decisiones alineadas con la estrategia corporativa.
La IA y el Aprendizaje Automático están cambiando radicalmente los procesos productivos en el sector agroalimentario. A través de datos sintéticos y gemelos digitales, basados en información del mundo real, es posible validar modelos de IA y crear simulaciones precisas. Estos modelos pueden predecir y planificar con exactitud la cantidad de materias primas necesarias, mejorando significativamente la capacidad de planificación y la eficiencia de la producción, a la vez que se reducen los costes operativos.
La IA generativa está abriendo nuevas fronteras en el diseño de productos alimentarios. Esta tecnología permite a las empresas explorar combinaciones innovadoras de sabores y texturas, generando ideas para productos alimentarios novedosos. Desde la creación de alimentos alternativos hasta productos mejorados nutricionalmente, la IA generativa está redefiniendo el futuro de la gastronomía y la nutrición.
El Big Data juega un papel crucial en la mejora de la calidad y la seguridad alimentaria. Mediante el análisis de grandes volúmenes de datos, las empresas pueden gestionar y monitorizar de manera más efectiva los procesos de producción. Esta tecnología proporciona una comprensión más profunda de los procesos que intervienen en el diseño, fabricación y comercialización de alimentos, permitiendo su comprensión y optimización para reducir tanto los costes como el desperdicio. Además, esta tecnología facilita evaluar los riesgos y permite implementar medidas preventivas más eficaces, asegurando así la calidad y seguridad de los productos alimentarios.
La biocomputación representa una revolución en la industria agroalimentaria, fusionando biología, informática e ingeniería. Desde la mejora genética varietal en cultivos hasta la producción de bioestimulantes o alimentos funcionales, esta tecnología promete transformaciones significativas. La biocomputación no solo mejora la eficiencia y sostenibilidad de los procesos, sino que también abre caminos para una gestión más sostenible de recursos, contribuyendo significativamente al futuro de la agricultura y la producción de alimentos.
En conclusión, las cinco tecnologías clave identificadas, lagos y espacios de datos, inteligencia artificial, gemelos digitales, big data y biocomputación, están transformando radicalmente el sector agroalimentario.
En el contexto de la industria alimentaria, desde la unidad de transformación digital, concretamente soluciones TIC, estamos trabajando con diversas empresas y en el marco del proyecto PROMECE financiado por IVACE, en el desarrollo de estas tecnologías aplicándose en diferentes ámbitos relacionados con la eficiencia de la producción, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental.
Estas innovaciones ofrecen soluciones a desafíos cruciales, desde mejorar la eficiencia de la producción hasta asegurar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad medioambiental. A medida que estas tecnologías continúan evolucionando, su adopción no solo es deseable, sino esencial para el futuro del sector. Las empresas que se adelanten e integren estas tecnologías en sus operaciones podrán estar mejor posicionadas para liderar en un mercado global competitivo y en constante cambio.