En Leitat Chile desarrollaron una metodología para microencapsular el aceite de semillas de cáñamo para incorporarlas en un queso, lo que proveería de estos ácidos grasos esenciales para la nutrición humana, en productos que anteriormente no los tenían.
02-dic-2019
Los alimentos funcionales hacen referencia a alimentos que, además de su valor nutritivo, aporten alguna característica añadida que sea beneficiosa para la salud. Es por ello que existe una tendencia a nivel mundial por incorporar a los alimentos distintos ingredientes o aditivos bioactivos que respondan a esta necesidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Alianza Mundial para la Nutrición (GAIN) están lanzando programas en todo el mundo para enriquecer alimentos básicos con diversos aditivos especializados e ingredientes funcionales, para perfeccionar su composición y abordar las necesidades nutricionales que tienen los seres humanos hoy en día.
En este ámbito, Chile tiene todo el potencial para posicionarse competitivamente tanto en el mercado de los alimentos como en la creación de ingredientes funcionales, debido a la gran riqueza en flora y fauna que posee nuestro país, la cual se expresa en nuestra diversidad de recursos agrícolas, frutícolas, pecuarios y marinos.
En el Centro de Investigación Leitat Chile se encuentran investigando el potencial de distintas materias primas obtenidas de la naturaleza. Hace algunos meses anunciaron su microencapsulación de la Hierba de San Juan para explorar nuevos rumbos en el ámbito farmacéutico y cosmético, y en la actualidad se encuentran con el proyecto "Omega-Cheese", cofinanciado por CORFO junto a Transforma Alimentos. Un trabajo liderado por la Dra Pabla Barra.
En concreto, su trabajo consistió en desarrollar una metodología de encapsulación costo-eficiente y escalable para microencapsular el aceite de semillas de cáñamo. El aceite de semillas de cáñamo extraído por extrusión en frío contiene un 15% de ácido α-linolénico (omega 3) y una relación de 4:1 entre ácidos grasos omega 6 y omega 3, que es considerado óptimo para la nutrición humana.
La investigadora entregó más detalles de este futuro producto y sus efectos beneficiosos, entre los que destaca los ácidos Omega 3 y 6 que poseen la capacidad de "disminuir la presión arterial en personas con hipertensión leve, así como también los niveles de triglicéridos y colesterol".
"Además, previenen la formación de coágulos en las arterias al impedir la agregación de plaquetas, poseen función anti-inflamatoria y promueven el correcto funcionamiento del sistema inmunológico. Estos nutrientes, componentes naturales de las grasas y los aceites, forman parte de las membranas celulares por lo que resultan necesarios para el crecimiento y la reparación de las células. Dentro de los ácidos grasos omega 3 más importante para nuestra salud se encuentran el eicosapentaenoico (EPA), docosahexaenoico (DHA) y el ácido α-linolénico (ALA), este último presente cerca de un 15% en el aceite de semillas de cáñamo", indicó Barra.
Microencapsular aceites sin la utilización de cosolventes orgánicos, es un reto a nivel tecnológico, básicamente debido a la naturaleza lipofílica del compuesto, por lo que hay que combinar distintas técnicas de encapsulación eficientes.
"Así en el proyecto se combinan técnicas químicas y físicas de encapsulación para obtener como producto el aceite microencapsulado el cual tiene la apariencia y consistencia de un polvo fino de color blanquecino. Este ingrediente funcional puede ser incorporado en quesos, yogurts y leche cultivada, entre otros productos similares. La estructura química de la microcápsula está diseñada para contener el principio activo en ambientes de pH ácido por lo cual el principio activo comenzará la liberación en el tracto gastrointestinal", señaló la investigadora.
Fuente y noticia completa: Innovacion.cl