Estudio determinó elemento estresante que podría causar implicaciones ecológicas más amplias en términos de la capacidad de esos insectos para interactuar y responder a las amenazas y los estímulos ambientales negativos.
12-nov-2019
Poderosos agentes polinizadores, las abejas son un eslabón fundamental en los sistemas productivos agrícolas del mundo.
Pese a su relevancia, hoy se encuentran en una frágil situación, con elevadas tasas de mortalidad, especialmente en países del hemisferio norte. Desde hace tres décadas aproximadamente, apicultores de Canadá, EE.UU. y países europeos registran pérdidas masivas de colonias de cerca del 30% cada año. El golpe ha sido para la fruticultura.
Mal tiempo, enfermedades, uso de insecticidas, cambio climático, han sido algunas de las causas que se han indicado en estos casos. Pero un nuevo estudio muestra que también hay otros factores que intervienen: las líneas eléctricas pueden interferir con el comportamiento y la capacidad de aprendizaje de las abejas.
El estudio, publicado en el mes de octubre en PLOS One, indica que las líneas eléctricas al emitir campos electromagnéticos pueden alterar el comportamiento de los insectos y producir efectos neurológicos.
La especie analizada fue aquella productora de miel (Apis mellifera), elegida por ser una especie polinizadora de importancia mundial, destacan los investigadores de la Universidad de Southampton, Reino Unido.
Los campos electromagnéticos de frecuencia extremadamente baja (ELF EMF), dice el estudio, corresponden a un factor ambiental abiótico poco conocido, y que se emite desde una variedad de fuentes, incluidas las líneas eléctricas.
Investigaron los efectos de los niveles de los campos electromagnéticos ELF en el aprendizaje aversivo (aprender qué cosas son desagradables) y los niveles de agresión, que son factores críticos para que las abejas mantengan la fuerza de la colonia. Las abejas fueron expuestas durante 17 ha 100 μT (unidad de inducción magnética o densidad de flujo magnético) o 1000 μT ELF EMF, y luego se ensayó su respuesta de extensión de picadura (SER) para determinar los efectos de los EMF de ELF en el aprendizaje aversivo y se realizó un ensayo de intrusos para determinar los efectos de los EMF ELF sobre los niveles de agresión.
Los resultados mostraron que esa exposición redujo el rendimiento de aprendizaje aversivo en más del 20%. En tanto, también aumentaron los puntajes de agresión en un 60%, en respuesta a las abejas intrusas de colmenas extranjeras. "Estos resultados indican que la exposición a corto plazo a los campos electromagnéticos ELF, a niveles que podrían encontrarse en colmenas de abejas colocadas debajo de líneas eléctricas, redujo el aprendizaje aversivo y aumentó los niveles de agresión", destaca el trabajo
Esos cambios de comportamiento podrían tener implicaciones ecológicas más amplias en términos de la capacidad de las abejas para interactuar y responder adecuadamente a las amenazas y los estímulos ambientales negativos. Las abejas expuestas fueron más lentas para aprender a responder a una nueva amenaza que las abejas no expuestas.
"Las reducciones en el aprendizaje son bastante preocupantes", señaló Sebastian Shepherd, entomólogo de la Universidad de Southampton, participante del estudio. Antes de exponerse a los campos electromagnéticos en el estudio, "estas eran abejas que estaban muy felices y saludables", dice Shepherd.
En conjunto, los factores estresantes podrían debilitar a las abejas, por lo que son menos capaces de sobrevivir a enfermedades o al clima extremo.
El nuevo estudio se basa en la investigación publicada por el mismo grupo en mayo de 2018 en Science Advances que encontró que las abejas se alimentaron menos cuando tuvieron que volar a través de niveles de EMF de 100 µT para llegar a una fuente de alimento. El estudio de 2018 también encontró que los niveles de EMF tan bajos como 20 µT afectaron la capacidad de algunas abejas para aprender.
Que se reduzca la capacidad de aprender sobre los estímulos negativos, puede tener implicancias en sus habilidades para hacer frente a las amenazas depredadoras o invasoras, en detectar y evitar los estímulos perjudiciales, y en responder a los estímulos negativos que requieren acción, como por ejemplo, atacar y/o eliminar individuos enfermos de la colmena, "todo lo cual podría tener efectos perjudiciales en las colonias de abejas".
"Existe la posibilidad de que con las colmenas ubicadas debajo de las líneas eléctricas, la exposición crónica a largo plazo a los EMF de ELF podría reducir continuamente las capacidades cognitivas tanto en lo que respecta al aprendizaje aversivo como apetitoso", detalla la investigación.
Los efectos detectados en este trabajo, dicen los investigadores, es posible que no se limiten a las abejas melíferas manejadas, ya que puede haber implicaciones mucho más amplias para las abejas silvestres e incluso para otros polinizadores. "Los mecanismos subyacentes, así como las posibles implicaciones ecológicas de la contaminación por ELF EMF en el campo, deben investigarse más a fondo para determinar los efectos de la contaminación por ELF EMF en la biología y ecología de los insectos, incluidos los servicios cruciales del ecosistema de polinización", resaltan.
Fuente: La Tercera