Investigadores de la UNAP descubren nuevo ácaro que podría acabar con plagas en cultivos desérticos

Cultivar con éxito en el desierto si bien ya es un hecho en muchos lugares del mundo, continúa siendo una tarea difícil, especialmente si a las miles de dificultades propias de estas zonas se le adiciona la presencia de plagas que dañan los cultivos, disminuyendo la producción, reduciendo el valor de la cosecha o incrementando sus costos. No obstante, frente a este perjuicio a la actividad agrícola la Universidad Arturo Prat podría haber encontrado una gran solución.

14-jun-2019

Así a descubrimientos como la única cepa 100 por ciento chilena del mundo vitivinífero como La Tamarugal y a la aparición de especies exóticas de hormigas y cucarachas en Iquique, investigadores de la UNAP suman entre sus logros por estos días un hallazgo excepcional, como es el primer ácaro depredador endémico denominado, Neoseilus tarapacensis, en honor a la región de Tarapacá, que podría actuar como un promisorio controlador biológico en los cultivos agrícolas para las zonas desérticas.

Este hallazgo, que fue publicado en enero de 2019, en la revista de corriente principal "International Journal of Acarology", es de acuerdo al Dr. Víctor Tello, uno de los descubridores de este ácaro y académico de la Facultad de Recursos Naturales Renovables, un gran aporte a la ciencia de la acarología agrícola." Hay que partir del hecho que no existen controladores biológicos eficientes en zona áridas a nivel mundial, por lo que esto podría revolucionar el área, beneficiando a cientos de cultivos que hoy están desprotegidos y cuya única solución es la aplicación de pesticidas sintéticos los cuales afectan significativamente la salud de los consumidores, productores agrícolas y el medio ambiente".

El descubrimiento es el resultado del trabajo y acompañamiento de este investigador a dos tesis, una realizada por Osmán Peralta, hoy titulado de la carrera de Agronomía, quien trabajó identificando especies de ácaros en la región y de Vania Ugrinovic, también titulada de esta carrera, quien estableció si el ácaro descubierto podía vivir y reproducirse a baja humedad relativa.

De acuerdo al especialista "En Chile los últimos inventarios, precisan que existe un número aproximado de 617 especies de insectos y 49 de ácaros asociados con plantas cultivadas. De éstos pueden ser consideradas como plagas de importancia económica en el caso de Tarapacá, Arica y Parinacota, aproximadamente 182 especies, lo que involucra un serio peligro para los cultivos presentes que, además, de enfrentar condiciones difíciles como el suelo, la falta de agua y una alta oscilación térmica , deben sumar la voracidad de los ácaros".

Agregó que el manejo de plagas agrícolas, especialmente de insectos y ácaros fitófagos, es un problema de primer orden que debe resolverse para obtener rendimientos aceptables desde el punto de vista económico. "Tradicionalmente, el manejo de plagas se ha realizado a través de la aplicación de insecticidas sintéticos de amplio espectro los que sí bien han logrado menguar las poblaciones de las plagas también han causado graves problemas como la contaminación de napas subterráneas y de suelos; impacto negativo sobre la fauna; efectos nocivos sobre la salud de aplicadores y contaminación de alimentos, entre otros. No menos graves ha sido también el desarrollo de resistencia en las plagas y la aparición de otras por la eliminación de enemigos naturales".

Así la agricultura en las zonas áridas-desérticas del norte de Chile se desarrolla en verdaderas "islas ecológicas", principalmente en agroecosistemas de oasis y valles. Estos ecosistemas, de acuerdo al especialista, se caracterizan por estar rodeados de un desierto que imposibilita la llegada de enemigos naturales de las plagas por lo que podría ser un gran aporte la acción de un control biológico.

Por otra parte, el investigador sostuvo que el descubrimiento de Neoseilus tarapacensis, abre nuevos caminos para enfrentar las distintas plagas que hoy afectan cultivos fundamentales para la región como son los cítricos, alfalfa, melón, claveles, entre otros. "Sabemos que este ácaro es una excelente oportunidad para que con un uso adecuado podamos aumentar la productividad que se veía afectada por las plagas. Ahora lo importante es abocarnos a estudiar sobre qué plagas de ácaros fitófagos y cultivos es más efectivo ".

Finalmente, afirmó que para ello se desea postular a distintas fuentes de financiamiento y continuar así los estudios de este ácaro de la familia Phytoseiidae que podría acabar con las plagas no solamente del norte de Chile, sino en otros lugares del mundo donde el clima desértico esté presente.

Eugenia Guzmán Vera/ euguzman@unap.cl

Fuente: Universidad Arturo Prat, Chile

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