Investigación señala un aumento del 20% en la producción de etanol derivado del bagazo de caña por UNICAMP, Brasil

Las paredes celulares genéticamente modificadas viabilizan la producción de alcohol de segunda generación. Un proyecto científico coordinado por un empleado de una universidad puede causar extrañeza. En particular, en un área como la biológica e involucrando la modificación genética. Este es el caso de Pedro Araújo, técnico del laboratorio del Departamento de Genética, Evolución, Microbiología e Inmunología del Instituto de Biología (IB) de la Unicamp, coordinado por el profesor Marcelo Menossi.

24-oct-2018

Biólogo de formación, con maestría y doctorado en biología vegetal en la misma institución, tan pronto llegó al laboratorio como técnico aprobado en concurso, después del posgrado, recibió apoyo del docente para que pudiera desarrollar investigaciones, actividad que siempre le interesó. Desde entonces, ha participado en trabajos junto a los post-graduandos del Departamento, ocasión en que tuvo oportunidad de auxiliar en la ejecución de proyectos. Por innumerables razones, entre las cuales el deseo de permanecer en la región de Campinas por cuestiones familiares, no ha entrado por la docencia, pero se siente gratificado con la oportunidad de trabajar con grupos de investigación, su deseo mayor.

Después de la inviabilidad, por falta de financiamiento, de un proyecto grande en que estaban involucrados el profesor Menossi y otros docentes, surgió la idea de presentar a la Fapesp sólo parte de la propuesta inicial - aquella que involucra el estudio de modificaciones genéticas en las paredes celulares, ahora específicamente en la caña de azúcar. En vista de su vinculación con la Universidad y el título de doctor, prerrequisitos exigidos por el organismo financiador para actuación en la modalidad Enseñanza Regular, puede asumir la coordinación del nuevo proyecto presentado a la agencia de fomento.

A partir de su aprobación, además de auxiliar al profesor Menossi en las actividades de laboratorio, Araújo pasó a coordinar el proyecto que busca mejorar la biomasa vegetal de la caña de azúcar con el objetivo de aumentar el aprovechamiento de los azúcares del bagazo de la caña y, con ello, aprovechar la producción de alcohol a partir de él, el llamado alcohol de segunda generación, ya que el de primera generación se origina de la fermentación del caldo - conocido como garapa. En este trabajo, cuenta con la colaboración del docente, de su doctorando Rafael Gallinari que, con soporte de Capes, desarrolla tesis relacionada con alteraciones en paredes celulares, y del profesor Paul Dupree, de la University of Cambridge, involucrado en el proyecto.

Alcance del proyecto

Esencialmente, el objetivo del proyecto es mejorar el rendimiento del proceso que permite extraer azúcares aún existentes en el bagazo de la caña - que hoy es simplemente quemado o utilizado como fuente de calor para la producción de energía eléctrica en las propias plantas - para la producción de alcohol de agua segunda generación. Para ello es necesario, con el empleo de intervenciones genéticas adecuadas, provocar alteraciones en las paredes de las células que constituyen la especie de caña de azúcar hoy plantada, manteniéndola sin embargo con las mismas características físicas y capacidad productiva.

Dicho de otra forma, las modificaciones en las estructuras de las células de la caña tienen como objetivo evitar que las enzimas que actúan en la fermentación de los azúcares contenidos en el orujo tengan su acción inhibida durante el proceso debido a la formación de sustancias, denominadas limitantes, que impiden que la transformación ocurra con mayor amplitud, afectando el rendimiento y haciéndolo antieconómico.

Araújo aclara que las paredes de las células, que se extienden por toda la planta, garantizándole la sustentación, tienen una composición extremadamente compleja, constituidas que son por varias moléculas y polímeros, en los que predominan la celulosa, la hemicelulosa y la lignina. Todo ese sistema tiene el control genético de miles de genes que constituyen el ADN de las células. "Nuestro primer trabajo fue seleccionar genes, entre miles de ellos, que actúan en el proceso que deseábamos alterar en la planta, de manera a aumentar la disponibilidad de los azúcares presentes en la pared celular del bagazo. Caracterizamos cinco de ellos con base en datos de la literatura específica y de las experiencias de los dos profesores colaboradores ", revela.

Fuente: RedInnovagro

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