El trabajo, publicado en la revista de alto impacto de la National Academy of Sciences, analizó labor de más de 150 investigadores incluidos tres del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Talca - Chile.
02-oct-2018
Hace menos de 10 años se dio alarma sobre los efectos de la pérdida de biodiversidad en el mundo, generando gran impacto en las funciones de los ecosistemas. En particular para la agricultura en monocultivo la pérdida de especies ha limitado las funciones ecosistémicas, que son desde el punto de vista del control, suplidas por la utilización de plaguicidas.
Es por lo anterior que el Dr. Blas Lavandero, así como también el Dr. Marco Molina, profesores asociados del Instituto de Ciencias Biológicas, colaboraron con otros 152 autores de 31 países, que han trabajado durante años en el efecto que tiene la pérdida de biodiversidad en el control de plagas.
"Muchos estudios mostraban que si se incentiva la llegada de enemigos naturales a un cultivo se puede aumentar el control de plagas. Sin embargo, había estudios que indicaban lo contrario. Por ello había variados investigadores tratando de explicar qué ocurría en el campo, a nivel de paisaje y cómo los vecinos influencian los procesos biológicos que suceden en un campo determinado", explicó el Dr. Lavandero.
Por esto se generó un gran modelo donde se usaron más de 6 mil sitios en todo el mundo con muchos cultivos diferentes y se estudió la abundancia de las plagas, el ataque de éstas, las pérdidas de rendimiento, el control biológico y la abundancia de enemigos naturales con respecto a las variables del paisaje. El trabajo fue dirigido por el Dr. Daniel Karp de la Universidad de Davis.
De Chile se incluyeron datos de dos estudios. Uno, que abarcó 20 sitios de un proyecto de la Universidad de Talca financiado por CONICYT, y otros que se llevaron a cabo en lugares de la Cuarta Región, evaluando cómo el paisaje afecta al control de plagas y qué componentes están más o menos afectados.
Para ello se analizaron campos de trigo insertos en paisajes más complejos, con más heterogeneidad y con mayor cantidad de especies vegetales y se compararon campos insertos en paisajes más simples, con mayor porcentaje de áreas cultivadas. Esos paisajes más complejos no siempre tenían un control de plagas mayor, pero en general sí se estimulaba la llegada de más enemigos naturales.
"Se determinó que son influyentes los vecinos del cultivo en el control de plagas. Al perder la biodiversidad se pierden organismos que generan control. Sin embargo cada sistema y cultivo tiene particularidades que afectan el control de plagas", explicó Lavandero.
RECOMENDACIÓN
Como dato importante del estudio, que fue portada en la publicación de Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), la diversificación vegetal y cambiar el monocultivo donde se incluyen otras especies es una buena forma de promover el control de plagas, aunque no se puede explicar completamente el control solamente con esas variables y hay otros elementos que interfieren.
De todas formas, la información se corrobora a través de estudios y datos reales, revisiones de casos y teoría, por lo que este modelo gana mucha información determinándose que existen aspectos muy importantes para la reducción de las plagas, aunque no es posible generar una explicación general.
"La biodiversidad es buena y las prácticas que generen diversificación vegetal deben ser promovidas a escalas mayores, no basta con trabajar solo con algunos agricultores que practican el multicultivo, sino que deben trabajar comunas completas en restaurar la biodiversidad local, por ejemplo en parques y jardines que son reservorios de insectos que pueden ser enemigos naturales de plagas, así como también fuentes de plagas", agregó el investigador.
CONCLUSIONES
Una de las conclusiones es que las estrategias en agricultura de aumentar la biodiversidad y su efecto sobre el control de plagas dependerá del sistema, pero se enfatiza que recuperar la biodiversidad a nivel del paisaje y del campo, tiene efectos positivos en muchos niveles, solo siendo uno de ellos el control de plagas.
"Por ejemplo, la polinización no se hace solamente por la abeja de miel, sino que en gran medida por especies silvestres, por lo que la producción agrícola está subvencionada por los ecosistemas naturales", expresa Lavandero.
Por lo anterior, se presume que cada sistema de cultivo tiene sus particularidades, pero a nivel general es positivo aumentar la biodiversidad a nivel de paisaje. Sin embargo, el gran esfuerzo que hace el estudio no permite determinar que en todos los casos se aplica esta afirmación para el control de plagas en particular.
El modelo mundial se generó a partir de muchos estudios en un lapso de 5 años. Son 132 estudios que examinaron 6 mil 759 sitios. En ellos se analizó cómo la diversidad del paisaje influye sobre la abundancia de enemigos naturales, plagas, tasas depredación, parasitismo y control de las plagas, además del daño de los cultivos.
Fuente: Universidad de Talca