Reinventando el poroto: La legumbre chilena se fortalece con innovación

Se trata de herbáceos, frutales o forestales que aumentan su demanda nacional e internacional, generando un desplazamiento de la producción chilena de legumbres a zonas marginales, especialmente lentejas y garbanzos.

Así lo advierte el estudio "Oportunidades para el desarrollo competitivo de las leguminosas de grano seco en Chile", de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), que también anota que dicha dinámica aumenta su importación.

El análisis permite entender bien el contexto de la situación para buscar soluciones a la compleja realidad descrita, llegando a cuatro ejes principales que justifican el fortalecimiento de las legumbres en el país.

1. Constituyen un aporte científicamente comprobado para la alimentación saludable de las personas, debido a su alto contenido de proteínas vegetales.

2. Chile cuenta con variedades locales que se destacan por su valor nutritivo y culinario, otorgándole un sello diferenciador e identidad territorial a las preparaciones gastronómicas

3. Su desarrollo contribuye a la agricultura sustentable frente al cambio climático, fijando el nitrógeno desde la atmósfera, entregándoselo al suelo y enriqueciéndolo, disminuyendo de esta forma la necesidad del uso de fertilizantes sintéticos que tienen como base dicho elemento químico.

y 4. La legumbre tiene una estrecha vinculación con la pequeña agricultura del secano.

Los datos de la realidad, en todo caso, no son fáciles: baja disponibilidad de semillas certificadas, altos costos de producción en comparación con otros países y baja productividad por hectárea.

Ante ello, el estudio señala como alternatva recurrir a la tecnología para orientar a la mecanización, lo que implica capacitar a los agricultores. Junto a ello debe estimularse una mayor asociación entre productores, articulándose y coordinándose entre los agentes de la cadena.

"Existe bajo desarrollo comercial por parte de las unidades productivas, lo que también obliga a pensar en el valor agregado posible de proporcionar a las legumbres nacionales", explica Constanza Pérez, ejecutiva de programas de innovación de FIA.

A nivel internacional, las semillas han sido certificadas, cuentan con altos niveles de control de calidad, tecnología altamente calificada y eficiente, asociado todo a una gran mecanización y diversidad en los procesamientos para el desarrollo de productos a base de legumbres, generando una industria bien posicionada en los respectivos mercados.

FIA junto a Transforma Alimentos, con cofinanciamiento del Fondo de Inversión Estratégica, FIE, apoya el desarrollo de cinco Polos Territoriales de Desarrollo Estratégico. En el caso del Polo Legumbres, es liderado por la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad Central y la Universidad de Talca, que trabajan junto a INIA Quilamapu en conjunto con productores desde la V a la VIII región.

También lo hacen con empresas transformadoras, Granotec y Tucapel, que comprometen encadenarse con los agricultores.

El objetivo central es reinventar las legumbres en Chile, transformando esta materia prima en un portafolio de productos más sofisticados, con mayor valor para el mercado.

De hecho, el objetivo principal del proyecto Polo Legumbres es generar nuevos ingredientes funcionales derivados de las semillas de leguminosas (porotos, garbanzos y lentejas), destacándose como productos las proteínas, fibras, almidones y mezclas de leguminosas con cereales, entre otros.

"A nivel nacional como internacional el consumo de legumbres ha ido en disminución, pero sus beneficios tanto para la salud como para el medioambiente hacen necesario volver a impulsar su cultivo", subraya Andrés Schwember, investigador principal de la iniciativa.

** El estudio sobre legumbres de FIA se encuentra disponible AQUÍ

Fuente: www.innovacion.cl