Quitar el polvo o algunas manchas –producto de la acción de pesticidas– es mucho más rápido y sencillo gracias a esta máquina, prevista para ser empleada por pequeños y medianos agricultores para mejorar la apariencia del producto.
23-mar-2018
Se estima que el prototipo, diseñado en la Facultad de Ingeniería y la Escuela de Diseño de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), con la dirección de la profesora Claudia Pérez y codirección del profesor Eduardo Naranjo, está en capacidad de brillar y dejar en óptimas condiciones 120 tomates por minuto, gracias a su sistema de cuatro rodillos de nylon cuyas cerdas son flexibles y no abrasivas.
Algunos de los beneficios de la brilladora es evitar que el tomate se raye, además de compactarlo y limpiarlo aprovechando la gravedad.
Esta máquina brilladora fue diseñada como parte de los prototipos desarrollados en el marco del Corredor Tecnológico Agroindustrial Bogotá - Cundinamarca. "Buscábamos mejorar procesos que los campesinos ya hacen de otras maneras, y en tal sentido trabajamos en las poblaciones de San Cayetano y Tocaima", explica la profesora Pérez, directora del subproyecto "Tecnologías y diseño o rediseño de productos que soportan el sistema de operación logística y distribución y desarrollo de un modelo en Bogotá y Cundinamarca".
Prolongar la vida útil del tomate y hacer que un producto altamente perecedero llegue al consumidor final con una mejor apariencia, son dos de los principales objetivos para diseñar esta máquina pensada para pequeños y medianos productores de Cundinamarca, con posibilidad de expandirse a otras zonas productoras como Boyacá. Debido a que el procedimiento manual de limpieza es una de las principales causas de estrés para el producto, una vez ha sido cosechado, el uso de bayetillas y su excesiva manipulación incrementa la intensidad respiratoria y acelera los procesos de degradación, de tal manera que su vida útil pasa de un estimado de tres semanas a una.
Aunque la máquina está diseñada para ser empleada con la variedad de tomate chonto, considerado el de mayor consumo en todo el país gracias a su versatilidad en la elaboración de ensaladas y diversos tipos de guisos, también se podría utilizar con otros productos similares como ciruelas o manzanas y tubérculos tipo rábanos. Por estar provista de un motor eléctrico pequeño para activar los rodillos, el sistema se activa cuando los tomates previamente seleccionados ingresan por una tolva; después de brillados se pueden introducir en una canastilla, de la que se hará una nueva selección para introducirlos en empaques primarios -cuyo diseño también formó parte del proyecto- con capacidad para almacenar entre seis y nueve unidades.
La idea es que esta última selección se pueda efectuar en poco tiempo y con el mínimo contacto posible con el producto, para que llegue al consumidor final con un mejor aspecto, lo que le proporciona un valor agregado.
Fuente: Food News Latam