"Pidió fomentar la investigación con incentivos adecuados, pero reconociendo que el investigador necesita libertad, 'y eso la industria no lo entiende'...".
09-oct-2017
Columna de Nicolás Luco
En el 6º Encuentro de Ciencia, Tecnología y Empresa, el jueves, la genetista Marina Gambardella contó de las tres nuevas variedades de frambuesas que ahora Chile puede cultivar y cuyas cepas puede vender.
La Dra. Gambardella, con un pie en la PUC y otro en el Consorcio Fruticultura Sur FDF, se veía orgullosa de su receta genética.
Habló después de personajes como Eduardo Bitran, vicepresidente de Corfo, y Pekka Soini, de la "Corfo" finlandesa, Tekes. Ambos habían subrayado los puentes entre la investigación y la producción; entre el cerebro, las manos y la billetera.
La genetista trabajó desde 2009 para crear sus frambuesas. "Un camino casi inhumano", se desahogó.
Tuvo que lidiar con exigencias. Se quejó de los plazos exiguos que dan quienes ponen la plata. Y de los fondos: tan mínimos que hacen llorar, dijo.
Ella está alerta ahora porque sus frambuesas buscan seducir a mexicanos y españoles: ingresos para el país. Y para ella, claro.
Directa, pidió respetar la carrera académica. El objetivo de publicar en revistas científicas debe ser valorado. "Proteger y patentar se contraponen a la 'publicitis' (la publicidad de los productos)", dijo. "No se le puede pedir al investigador un suicidio académico".
Reconoció a universidades que reconocen el valor de patentar.
Pidió fomentar la investigación con incentivos adecuados, pero reconociendo que el investigador necesita libertad, "y eso la industria no lo entiende".
Ni tanto. El matrimonio investigación/producción romperá el estancamiento de 17 años de nuestra crisis de productividad, dijo Eduardo Bitran. Ejemplificó con esperanzas para la minería, la energía solar, la fruticultura, la salmonicultura.
Las ciencias pueden empujar la innovación en las empresas; y las empresas, desafiar a los investigadores con sus complejos problemas, dijo.
Ejemplo: los paneles fotovoltaicos de Atacama están diseñados para geografías del hemisferio norte, con menos de la mitad de la radiación ultravioleta nuestra. Tarea para la ciencia y tecnología chilena: paneles que resistan y aprovechen el intenso sol del desierto. Investigación orientada con propósito.
Sin colaboración y confianza no hay desarrollo, dijo Bitran.
La Presidenta Bachelet siguió esa línea: reclamó más aceptación del riesgo de invertir en conocimiento, única manera de pensar en el largo plazo.
Llamó a aprovechar los espacios abiertos de colaboración, a derribar muros de prejuicios entre academia y empresas; a perfeccionar incentivos para que las empresas acojan a los investigadores.
Insistió en políticas que se sostengan a través de los gobiernos.
Ayudará a ello el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación que discute el Parlamento, aunque no esté incluido en el presupuesto 2018. (Tendrá que arar con los fondos de Corfo y de la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología que se le traspasen.)
Hay avances; los innovadores los relataron en el Encuentro: jóvenes miradas, un gusto de conocer y hacer.
Fuente: El Mercurio