El potencial productivo de la región de Aysén

Por Pamela Riveros, Periodista de la Fundación para la Innovación Agraria FIA

El trabajo de la Fundación para la Innovación Agraria en la región de Aysén ha ido tomando fuerza en los últimos años, gracias a la articulación con diversos organismos del sistema regional de innovación, tales como el Gobierno Regional (GORE) y su Consejo Regional, como también la Seremia de Agricultura.

Asimismo, uno de los instrumentos claves para FIA, y que ha permitido orientar el trabajo de la fundación en el territorio, ha sido la Agenda de Innovación Agraria de la Región de Aysén, construida con los actores del territorio y que en 2009 generó información respecto a rubros priorizados. Lo anterior pudo ser actualizado en 2016, gracias al apoyo del Gobierno Regional, y permitió detectar nuevos temas y oportunidades para el sector.

Entrevistamos a Fernando Arancibia, encargado regional de la región de Aysén y ejecutivo de Innovación Agraria de FIA, para saber sobre esta agenda de innovación y su reflexión en torno al programa que se ha ido desarrollando en torno al territorio.

¿Cómo FIA ha entrado en esta región en términos estratégicos, desde la Agenda de Innovación Agraria de la región de Aysén?

La inserción en la región se hizo precisamente bajo la orientación de la Agenda de Innovación Agraria Territorial del 2009. Fue construida con diversos actores regionales y que establecieron cinco rubros estratégicos para desarrollar, la ganadería, apicultura, cerecero, agroturismo, y horticultura.

Sumado a lo anterior se destaca el trabajo de articulación con los actores del territorio, tanto con la Seremi de agricultura, que ha permitido desarrollar un programa en berries y otro en hortalizas, así como con el Gobierno Regional de Aysén, en el marco del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional, FIC-R.

Producto de esto se han desarrollado diversas iniciativas de innovación. Algunos de ellas, por ejemplo, han sido la puesta en valor del calafate -producto forestal no maderero endémico del territorio- mediante la producción de deshidratado de alto contenido antioxidante, la producción de miel en panal en formato gourmet, o la elaboración y envasado de jugos naturales con frutos silvestres regionales, como también la instalación de una plantación trufera. Además, se ha innovado en términos tecnológicos en el diseño y construcción de un baño sanitario portátil por aspersión de alta presión de agua para el manejo de ovinos, innovación en producción ganadera de precisión, y la generación de un centro de biomasa en Coyhaique, entre muchos otros.

Es por ello que estamos en un continuo fortalecimiento y promoción de los rubros priorizados identificados, los cuales fueron actualizados en la Agenda de Innovación Agraria de la Región de Aysén el año 2016, donde se incorporaron otros rubros como el forestal, el de productos forestales no madereros y los alimentos saludables.

De hecho, FIA continuó con el trabajo sistemático en la Región de Aysén, con el apoyo del Gobierno Regional en el marco del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional, FIC-R, en los años 2014 y 2016. En ese marco se sustentó la actualización de la agenda de innovación agraria para la región. La mirada prospectiva que se tuvo presente fue constatar que la región tiene grandes ventajas para el desarrollo agrario, agroalimentario y forestal: altos estándares medio ambientales, condición de zona limpia para la producción vegetal y animal (baja incidencia de plagas y enfermedades de importancia), buena percepción por parte del mercado del producto de la Patagonia, y diversidad productiva, gracias a la existencia de zonas agroecológicas con diferentes potenciales de producción.

La estrategia considera las particularidades regionales, que son numerosas, dado que se trata de una región atípica en muchos sentidos con una mirada de desarrollo regional tradicional.

¿Entonces cuáles son las principales brechas y debilidades encontradas en la región?

Según el levantamiento de información que implicó la creación de la Agenda de Innovación Agraria de la Región de Aysén 2009 y 2016, y lo que identificó la estrategia de innovación regional, se detectaron ciertas brechas y debilidades de las cuales se pueden destacar el poco desarrollo y desconocimiento del territorio en términos turísticos, productivos y de cadenas de valor las cuales se consideran poco integradas. Un elemento central fue, además, la poca articulación y visión estratégica del territorio en estos mismos puntos explicados con anterioridad.

¿En qué se caracteriza este territorio? ¿Cuáles son sus fortalezas?

En términos de la economía de la región de Aysén, y según se puede apreciar en la agenda de Innovación agraria de la región, el dinamismo económico y productivo del territorio puede observarse a través del PIB, el que ha mostrado un crecimiento de 45% entre los años 2008 y 2014. Este crecimiento está por sobre la variación nacional en el mismo periodo que fue 24%. No obstante, el nivel de contribución al PIB nacional sigue siendo bajo, representando en promedio un 0,46% de este total.

Destacable es que la región de Aysén mantiene centros de educación superior y a la nueva universidad de Aysén -que es estatal- lo que contribuye al territorio en términos de formación y generación de conocimiento para la innovación. Esto se ve reflejado, además, en el esfuerzo que se realiza para generar redes que potencien las capacidades de innovación regional.

A esto se suma que su oferta de I+D+i se centra en los recursos naturales y en los sectores de actividad económica relacionados con estos recursos. En este sentido está alineada con los activos de la región, con las necesidades regionales y con el enfoque de muchas de las empresas. En ello se advierte liderazgo desde la autoridad del agro y al gobierno regional en poner en marcha y relevar la política regional vinculada al desarrollo silvoagropecuario. Un ejemplo de ello ha sido la creación de un sello de calidad e identidad regional, para aportar en la agregación de valor y en la innovación para nuevos productos y procesos.

Finalmente, es importante destacar la riqueza de recursos naturales que posee la región de Aysén y su reconocida identidad natural de belleza y territorio limpio -apreciado internacionalmente, basado en buenas prácticas ambientales.

¿Cuáles son los principales desafíos en materia de innovación agraria en la región de Aysén?

La Agenda de Innovación Agraria de la Región de Aysén nos motiva a que la innovación vaya más allá de conseguir simplemente el aumento de la producción o de los ingresos. Este desafío nos enfrenta a seguir el trabajo coordinado y articulado con los actores regionales, siempre orientado a relevar la calidad de los productos y servicios como foco principal, y que sea, en la medida de lo posible, avalada por normas, sellos, estándares y denominaciones de origen. El incremento de la mayor productividad por productos de mayor calidad y precio, así como la exportación (directa e indirecta a través de los turistas internacionales), deben ser las vías para agregar valor a la producción. Todo aquello va en línea con lo que está planteado en la Estrategia Regional de Aysén, ERI.

Debemos destacar que el trabajo desarrollado por FIA en la región de Aysén ha tenido una buena llegada a nivel nacional y varias de las iniciativas han obtenido premios por su innovación. De hecho, algunos de ellas han sido mostrados en el exterior para promover estos productos en ferias importantes, especialmente aquellos cuyos componentes han sido frutos nativos, tales como el Calafate Kon, los jugos Suryuis, el Té Blend de la Patagonia, lavanda IARU, Miel en Panal, minitubérculos de papas aeropónicas, entre otros.

Producto de lo anterior, varias de las iniciativas han podido apalancar recursos de otras fuentes financieras y de apoyo, tales como CORFO, INDAP, PROCHILE y SERCOTEC. Esto ha facilitado su escalamiento y su inserción en el mercado regional y nacional.

Nuestro desafío está orientado a la generación y fortalecimiento de redes de colaboración en el territorio, impulsar nuevos convenios de cooperación y la generación de acciones orientadas a fortalecer la ejecución de iniciativas de innovación, que contribuyan a mejorar las condiciones de vida de las agricultoras y agricultores de la región.

Santiago, Septiembre de 2017