Entrevista a Claudio Soler, representante de la Fundación para la Innovación Agraria en la Araucanía.
31-may-2017
Por Danilo Phillipi Sánchez, Periodista de la Fundación para la Innovación Agraria FIA
Dada la calidad de sus materias primas y las condiciones edafoclimáticas que la caracterizan, la Araucanía representa un territorio con un alto valor estratégico para Chile, con enormes potencialidades en el ámbito agroalimentario y forestal. En este escenario de desafíos y oportunidades, el representante Zonal Sur de la Fundación para la Innovación Agraria, Claudio Soler, se refiere a los objetivos y lineamientos que guían las acciones del programa de innovación que articula FIA en la región.
A partir de las extraordinarias condiciones que ofrece la región, los actores y agentes productivos -independientemente de la escala productiva que ostenten- tienen la oportunidad de acceder a mercados exigentes a través de productos con valor agregado distanciándose de la producción de commodities y por consiguiente de las fluctuaciones asociadas a la oferta, demanda y precios que caracteriza a estos productos indiferenciados.
Nos hemos centrado en mostrar que la Araucanía puede y debe construir una realidad productiva y económica distinta, superando la autodefinición de ser un territorio productor de granos y comenzar a perfilarse como una región productora de alimentos diversos y diferenciados por atributos intrínsecos y exógenos, con valoración de mercado.
Por otro lado, se ha hecho hincapié en transmitir que la innovación no sólo tiene una expresión económica, sino que trasciende hacia otros planos, por ejemplo: personales y/o sociales. Por lo tanto se ha abierto el concepto hacia zonas que le hacen sentido a todos, independientemente que la naturaleza de su necesidad no sea comercial, sino, por ejemplo: cómo mejorar la asociatividad o la eficiencia de la organización, de qué manera implementar nuevas formas de hacer las cosas, e incluso cómo mejorar las normas para -sin perder los resguardos que éstas persiguen y cautelan- llegar a los mismos o a mejores resultados de forma más eficaz y eficiente.
Hemos intentado focalizar acciones de innovación (técnicas y de financiamiento) en oportunidades de negocios actuales y potenciales del sector agroalimentario y forestal de la región, procurando privilegiar temas consensuados a través del trabajo desarrollado en las agendas de innovación territorial y por rubros, por sobre un demanda dispersa, atomizada y divergente. Entre los principales temas transversales que se han puesto sobre la mesa, destacan los siguientes:
Uno de los desafíos más relevantes es el poder disponer de instrumentos diseñados para desencadenar y financiar la innovación sin la tradicional estructura del I+D+i, transitando desde un sistema regional de innovación que apoya proyectos de innovación (estructura lineal de I+D+i) a financiar y desencadenar la innovación expresada en nuevos productos, procesos, prácticas y relaciones valoradas por la sociedad o el mercado. Expresado de otro modo, instrumentos que financien ítem críticos para la innovación, por ejemplo: inversiones en equipamiento, infraestructura, servicios a terceros, materiales e insumos durante periodos de entre 6 a 12 meses de ejecución. La oportunidad está relacionada con la posibilidad de orientar instrumentos específicos para financiar el cambio, la creación de valor y no para cubrir todos los habilitantes previos o de entorno para la innovación, que normalmente capturan el grueso del financiamiento público.
Es importante precisar que las nuevas tendencias de consumo de alimentos privilegian aquellos productos que ofrezcan funcionalidad (nutrición y salud), sin embargo, el concepto en la región debe ampliarse a la "alimentación saludable", considerando que una buena nutrición se logra a través de un conjunto de alimentos y no en base a una exclusividad, por lo tanto, como en la región existe tanta diversidad de hortalizas, frutas, carnes, lácteos y derivados, es necesario destacar este concepto, promoviéndolo y fortaleciéndolo a través de la innovación agraria de manera de estimular el desarrollo del conjunto de alimentos producidos en la región, los que ofrecidos y consumidos en una ración proporcionan una alimentación sana y equilibrada.
El desafío acá se relaciona con la necesidad de continuar construyendo capital social colaborativo entre el sector productivo, empresarial y el mundo académico y de investigación, para enfrentar los requerimientos sociales y de mercado de manera articulada salvaguardando los intereses de todos los involucrados, estableciéndose relaciones simétricas, transversales y trasparentes necesarias para sostener alianzas estratégicas en el largo plazo. Esta realidad ofrece la infinita oportunidad para crear nuevas prácticas o formas de relacionamiento entre actores y agentes económicos, favoreciéndose el interés común de la cadena de valor, entendido éste como el interés de todos los involucrados de cada una de las cadenas productivas y comerciales de la región.
En cuanto al capital humano, el desafío se relaciona con que la formación de competencias -especialmente en el nivel avanzado- no estaría ajustándose a las necesidades. En este caso la oportunidad está en desarrollar un capital humano pertinente a las necesidades, pero también preparado para actuar en un ambiente colaborativo.
Actualmente el sistema regional de innovación dispone de una serie de instrumentos que se materializan en insumos y recursos financieros aportados por las agencias públicas relacionadas con el sector: Corfo, Conicyt y FIA. Las principales líneas de apoyo están enfocadas al desarrollo de proyectos de I+D, es decir apoyar la innovación basada en ciencia.
Santiago, Mayo de 2017