Desde lo alto de su casa, por encima de las parras, Robert Jara alcanza a ver las hileras de repollos verdes lisos, crespos y morados, sus dos variedades de coliflores y las tres de brócolis. De las 12 hectáreas que cultiva, las tres de hortalizas son su genuino orgullo y también las que le dan más rentabilidad.
16-may-2017
La agricultura es lo que le gusta, pero ha podido dedicarse a ella desde hace sólo seis años. "Antes hice muchas cosas, había que educar los niños, pero desde siempre lo mío ha sido el campo", que en parte es suyo y en parte arrienda. "Soy autodidacta, me las ingenio para aprender, claro que también he recibido capacitación de la empresa Natural Chile, que se especializa en productos orgánicos".
El productor es usuario del programa de Servicio de Asistencia Técnica de INDAP (SAT Hortícola), que le ha brindado cursos especializados y la obtención de herramientas para sus labores. También es beneficiario del programa de praderas suplementarias y ha obtenido crédito para levantar una bodega en proceso de construcción.
"Me entretengo dibujando sobre el terreno, quizás pintaba para arquitecto. Me gusta la simetría y los distintos tonos de las plantas", cuenta. Su esfuerzo no es sólo estético, sino que también está dirigido a la calidad de sus cultivos. "Me gusta que el producto salga natural", agrega Jara, que cada mañana parte desde el sector Las Rosas de la comuna de Bulnes, con su cargamento de dos mil hortalizas, hacia la feria de Chillán, donde se ha ganado un lugar entre los compradores por la confianza que inspira su oferta. Tres días a la semana se instala también con un puesto en la feria de productos orgánicos del paseo Arauco de Chillán.
Antes de dedicarse a las hortalizas, el agricultor incursionó en los semilleros de pepinos y calabazas que iban a Holanda y Estados Unidos, "pero algunos problemas me hicieron desistir de ese intento. Este año tengo 64 mil hortalizas plantadas y aumentaré un poco la superficie, pero no mucho, para mantener la calidad".
Los resultados que le prodiga su trabajo tienen efectos positivos en los mercados y en la academia. Con frecuencia llegan hasta su predio grupos de alumnos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, campus Chillán, a conocer su sistema agrícola. Le preguntan acerca de la calidad de las plantas, del suelo ("el trumao es el mejor suelo para los cultivos agrícolas", enfatiza Jara), los nutrientes, la distribución espacial, etc. "Los estudiantes luego son evaluados con pruebas sobre la experiencia en terreno. Pienso que es muy enriquecedor este intercambio. Yo estoy invitado a dar conferencias en la universidad, casi no me lo creo", indica el agricultor.
Jara se muestra contento al recibir la visita del director regional del INDAP Biobío, Andrés Castillo, "pues es una manera de recibir reconocimiento por nuestros esfuerzos y además es estimulante para el trabajo". También comparte la opinión de que, en gran medida, "el futuro de la pequeña agricultura se sustentara en los productos sanos y agroecológicos, que permitirán una adecuada rentabilidad".
Fuente: RedInnovagro