La quínoa es un cereal reconocido a nivel internacional tanto por su origen ancestral, como por los múltiples beneficios nutricionales que la hacen no sólo ser considerada como un “súper alimento”, sino también como un producto clave en la lucha contra el hambre y el cambio climático.
Sus mayores productores son Perú y Bolivia, que según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el año 2008 ambos países representaron el 92% de la producción mundial del cultivo. Según la misma organización, en 2009 la producción en la región andina fue de aproximadamente 70.000 toneladas.
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