Junto con la empresa Plantium, el INTA Manfredi avanza en el proyecto que garantiza la distribución uniforme de las semillas en el lote y además, permite mejorar la capacidad operativa de la sembradora. "Sin precedente en el país, este desarrollo posiciona a la Argentina a la vanguardia en el mercado internacional", indicó INTA Informa.
De hecho, la tendencia es ampliar y profundizar el campo de la agricultura de precisión: desde la siembra hasta la cosecha. Fernando Scaramuzza, coordinador del Proyecto Agricultura de Precisión de esa unidad del INTA, resaltó que "una de las principales virtudes que tiene el desarrollo es que la semilla es impulsada desde el dosificador hasta el fondo del surco mediante una corriente de aire a alta velocidad".
"Esto permite aumentar la velocidad de avance y mantener la distancia uniforme entre las simientes, o sea, no deja baches ni las superpone", manifestó. El dispositivo es un pequeño motor eléctrico de bajo consumo, que se instala en cada cuerpo de siembra de la máquina y permite la dosificación de las semillas.
Según el especialista del INTA, "por ahora, la fuente de energía proviene de una batería alimentada por el alternador del tractor, aunque se están evaluando otras posibilidades". El sistema cuenta con una gran turbina que envía aire al centro del motor y mantiene las semillas adheridas a la placa de siembra.
Allí, un selector evita duplicaciones por lo que cuando llegan al caño de bajada, se despegan de la placa y bajan a gran velocidad hacia el fondo del surco donde cada una es recibida por una rueda de goma especial que la pone en contacto con el suelo. "Si bien es un prototipo, estamos trabajando en la puesta a punto y ajustando la precisión para minimizar al máximo el porcentaje de error", señaló Scaramuzza.
Ocurre que un aumento de la velocidad puede derivar en una falta de uniformidad en la distribución de las semillas, lo que impide el desarrollo óptimo de un cultivo y genera competencia entre las plantas de una misma especie. "Con este prototipo se puede duplicar la velocidad de trabajo de la máquina sin perder la precisión de la siembra", expresó Scaramuzza.
Detalló: "El sistema está diseñado de tal manera que la semilla sale disparada a gran velocidad por el caño de bajada, soplada por una corriente de aire a presión positiva, hasta el fondo del surco".
Un ensayo a campo demostró que es posible casi duplicar la velocidad de operación y mantener la uniformidad de siembra. "En una siembra de maíz, en lugar de avanzar a 7 kilómetros por hora, que es lo recomendable, lo probamos a 12 kilómetros por hora y registramos una gran precisión en la colocación de las simientes", aseguró el coordinador del INTA.
Con la posibilidad de instalación en todo tipo de sembradoras, este desarrollo permitirá realizar en un futuro el corte surco a surco para evitar solapamientos de siembra, sobre todo en las cabeceras de los lotes.
Fuente: RedInnovagro