El Northern Forest Center NFC, un grupo de defensa forestal ubicado en Nueva Inglaterra, Estados Unidos, publicó recientemente un estudio que analizó el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la calefacción de edificios con calderas de pellets de madera con tecnología de última generación.
25-nov-2016
Los resultados señalan una serie de beneficios ambientales. Por ejemplo, el uso de pellets de madera como combustible reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en más de la mitad, en comparación con los combustibles fósiles; en un 54%, en comparación con el petróleo y en un 59%, en comparación con el gas natural.
Para la investigación, el NFC encargó al Grupo de Informática Espacial-Laboratorio de Activos Nacionales (SIG-NAL, Spatial Informatics Group - National Assets Laboratory) que realizara un análisis del ciclo de vida de los combustibles de madera, comparándolo con el de gas natural, el propano y el petróleo. SIG-NAL analizó la mayor zona boscosa al este del río Mississippi, conocida como el Bosque del Norte, donde existe una superficie de 12,1 millones de hectáreas (30 millones de acres) al norte de Maine, New Hampshire, Vermont y Nueva York. SIG-NAL usó datos específicos para esa región mediante una herramienta de determinación del ciclo de vida del sector forestal, información sobre el manejo forestal del Servicio Forestal de Análisis de Inventario de EE.UU. y los datos de fábricas regionales de pellets. El estudio encuestó a 10 empresas productoras de pellets (una de las cuales no respondió) que operan en esa zona para averiguar el tipo y la fuente de madera que entra en sus gránulos y los combustibles utilizados en la fabricación de los pellets, entre otros. La información se promedió para crear un perfil de GEI para los pellets del Bosque del Norte.
Los resultados se basan en los niveles de aprovechamiento del bosque y consumo de pellets en el año 2015, con el supuesto de que el aumento de la demanda de fibra de pellets se ve compensado por reducciones en otros mercados, sin incremento neto de la cosecha.
Según el estudio, el primer día, el uso de pellets de madera para calefacción reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, en más de un 50% en comparación con el petróleo y el gas natural. A los 50 años, las emisiones de gases de efecto invernadero a partir de pellets se reducirían en un 62% respecto del petróleo, en un 67% y 56% en relación al gas natural y al propano, respectivamente. El estudio encontró que la calefacción con petróleo produce 357 gramos de gases de efecto invernadero por kilovatio-hora (kWh) sin reducción en el tiempo, mientras que la calefacción con pellets produce 165 gramos por kWh inicialmente y se reduce a 135 gramos por kWh el año 50.
"Ahora podemos decir inequívocamente que la calefacción de alta eficiencia con calderas de pellets de madera en el Bosque del Norte reduce el gas de efecto invernadero y ayuda a luchar contra el cambio climático", dijo Rob Riley, presidente del Centro Forestal del Norte. "Cuando usamos pellets de madera locales renovables para calentar, estamos reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y apoyando la economía forestal de nuestra región", agregó.
SIG-NAL consideró una serie de factores en su análisis. Se utilizó la combinación de fuentes de energía utilizadas en la producción de pellets de nueve de las 10 plantas de la región. La composición de los pellets de madera también fue considerada, porque la relación de aserrín y residuos del molino para madera de baja calidad afecta el impacto de GEI de pellets. Los niveles de cosecha, crecimiento de los árboles y dinámica de los bosques e impactos globales que pueden afectar a los árboles sin cosechar y dan lugar a la liberación del carbono almacenado, fueron añadidos como factores importantes.
NFC señaló en su estudio que la medición del impacto de GEI de cualquier combustible para calefacción requiere la contabilización de todas las emisiones en la producción y el uso del combustible, incluyendo todos los gases de efecto invernadero asociados con la producción del combustible (extracción o cosecha, fabricación o procesamiento, transporte); GEI emitidos por el combustible cuando se utiliza; eficiencia del sistema de generación de calor que se está utilizando; y las reservas de carbono en el bosque de árboles vivos y muertos (en el caso de la utilización de la madera).
La metodología completa está disponible en http://nfcenter.org/2eiOr7U
El estudio NFC demostró que en 2015 casi la mitad de la materia prima utilizada para los pellets producidos en el Bosque del Norte provenía de desechos de la fabricación de algún otro producto de madera: 44% provino de aserrín y otros subproductos de la fabricación de productos forestales; 56% de pulpa de madera de baja calidad y de árboles pequeños, que es por lo general el subproducto de la extracción de madera de mayor valor y menos del 1% de otras fuentes, tales como jardinería y municipios.
El estudio hizo hincapié en que los pellets son una parte importante del mercado de madera de baja calidad. Mercados estables para madera de baja calidad ayudan a los propietarios a mantener los bosques en lugar de convertirlos a usos no forestales.
Comentario:
En Chile, la Política Forestal 2015-2035 tiene por objetivo consolidar la significativa contribución del sector forestal a la seguridad e independencia energética y descarbonización de la matriz de energía primaria del país, incrementando la producción y la utilización de biomasa certificada en origen y calidad, mediante la producción de leña de calidad, biomasa, biocombustibles de segunda generación y otros productos derivados de las formaciones forestales. La Política establece como meta al año 2035 realizar un aporte efectivo de un 30% a la matriz energética primaria, con el 50% de los productos certificados en origen, a través de la inclusión y entrega de capacidades a pequeños propietarios de bosques nativos, plantaciones y microempresas del sector.
Fuente: Agrimundo - Biomass Magazine - Odepa - Conaf