A 30 años del redescubrimiento de Carménère: Los desafíos y oportunidades que marcan a la industria vitivinícola chilena

Fuente y fotografía: Mundoagro

A30 años del redescubrimiento de Carménère, la industria vitivinícola chilena se ha enfrentado a diversos desafíos y oportunidades, como por ejemplo el cambio climático. En entrevista con Mundoagro, Ana María Cumsille, Enóloga jefa de Viña Carmen, se refirió al profundo entendimiento que se ha adquirido en estos 30 años sobre la variedad. "Es exigente en cuanto a las condiciones del lugar para alcanzar la calidad deseada. Las nuevas plantaciones se han realizado en los lugares correctos, hemos aprendido sobre los manejos en verde y el momento de cosecha, el cual es fundamental para obtener una buena calidad. El Valle de Apalta se ha posicionado como una de las mejores regiones vitivinícolas en Chile y el mundo para la producción de Carménère. Este valle cuenta con suelos de origen granítico y un clima cálido que favorece una maduración óptima de la variedad. Con años de experiencia y siendo nuestro país el principal productor mundial de esta cepa, podemos afirmar que estamos creando Carménère con carácter e identidad, elementos que se han convertido en parte del ADN del vino chileno".

El desarrollo del Carménère en Chile ha permitido al país consolidarse como el mayor productor a nivel mundial de esta variedad, con cerca de 10.000 hectáreas dedicadas a su cultivo, lo que representa el 8% de la producción nacional de vino en 2023. "Este posicionamiento ha enriquecido la identidad vitivinícola chilena. Contar con un terroir excepcional que favorezca la producción de vinos de alta calidad, tanto en Carménère como en Cabernet Sauvignon, nos permite destacar en el mercado y continuar desarrollando grandes vinos que reflejan la riqueza y diversidad de nuestro país, enriqueciendo nuestra oferta y reforzando la identidad de Chile como un país vitivinícola versátil y dinámico", destacó Cumsille.

Innovación y oportunidades

Recientemente lanzaron Carmen DO Punta Chilen, el primer espumante de la Isla de Chiloé, lo que marca un hito significativo en la industria vitivinícola chilena. Ubicado en Punta Chilen, en la costa de la Isla de Chiloé, Ancud, este innovador espumante de producción limitada, se elabora con uvas Pinot Noir utilizando el método tradicional o champenoise.

De acuerdo con la enóloga este es el resultado de años de trabajo arduo y dedicación para desafiar los límites de lo que es posible en la vitiviticultura, dando vida a un producto único que encapsula el espíritu de la Isla de Chiloé y marca el comienzo de una nueva era para la industria del vino en la región. "Asimismo, estamos ad-portas de lanzar Carmen Delanz Limarí, un Chardonnay Ultra Premium que resalta la esencia de los terroirs de clase mundial de Chile. La línea Delanz, en su conjunto, busca expresar el sentido de origen a través de vinos que capturan la singularidad de cada región. Este vino proveniente del Valle del Limarí, muy cerca del Océano Pacífico, destaca por su frescura y mineralidad excepcionales, un reflejo auténtico del terroir que lo rodea", agregó.

La industria del vino en Chile actualmente tiene grandes oportunidades para seguir creciendo y posicionándose globalmente.La enóloga Jefa de Viña Carmen explicó: "Un aspecto clave es potenciar el consumo de vino a nivel local, generando mayor conexión entre el consumidor chileno y el valor cultural del vino. Otro paso importante es reforzar la diferenciación de nuestros vinos a través de Denominaciones de Origen que resaltan la autenticidad de cada lugar, permitiéndonos ofrecer vinos que reflejen las características únicas de cada terroir.Es importante consolidar la imagen de Chile como productor de grandes vinos, que no solo destacan por su buena relación precio-calidad, sino también por su capacidad de expresar la autenticidad y diversidad de nuestros terruños".

Desafíos

Uno de los mayores desafíos sigue siendo adaptarse a los efectos del cambio climático. A nivel de negocio se enfrentan a una crisis que afecta a toda la industria vitivinícola, por lo que el reto es lograr que la operación sea rentable y sostenible en el tiempo. A lo anterior se suma continuar trabajando en la diferenciación de los vinos, destacando lo que hace único a cada uno y fortaleciendo la percepción de valor en los mercados internacionales.

Ante esto, el Grupo Santa Rita Estates, del cual Viña Carmen forma parte, ha tomado medidas que combinan innovación, investigación y expansión hacia nuevas regiones menos afectadas por la crisis hídrica. "En 2017, se adquirieron 300 hectáreas en Cauquenes, en la Región del Maule, aprovechando su mejor disponibilidad de agua y clima favorable. El pilar principal de este campo ha sido la innovación, reflejada en el uso de tecnología de punta y calidad, qu lo convierte en un proyecto modelo en términos de eficiencia, tanto a nivel nacional como internacional. Además, la viña colabora con la Universidad de Chile en un proyecto de cinco años para explorar el cultivo de variedades adaptadas a climas fríos en la Región de Los Lagos. La iniciativa incluye un viñedo experimental en Osorno, con el objetivo de evaluar la viabilidad de expandir la producción de vinos tranquilos y espumantes en esta zona", agregó Cumsille.

De acuerdo con la enóloga, cuentan además con un proyecto en Chiloé que les permitió lanzar el primer espumante de la Isla de Chiloé y uno de los más australes del mundo: Carmen DO Punta Chilen. "Este proyecto, que busca desafiar estilos y regiones, tuvo su inicio en noviembre de 2018 con la intención de llevar a cabo un ensayo de producción de uvas viníferas y vinos en una zona extrema, demostrando su compromiso por adaptarse y diversificar la producción en territorios inexplorados. Estas iniciativas no solo buscan mitigar el impacto del cambio climático, sino también abrir nuevas fronteras para la vitivinicultura chilena", destacó.

En cuanto a los viñedos en la zona central, para las nuevas plantaciones se seleccionan variedades, clones y portainjertos que mejor se adaptan a las condiciones naturales y del entorno de cada lugar. Además, se realizan podas y manejo de follaje que protegen los racimos del sol y evitar el estrés térmico.

Respecto al manejo del agua, Cumsille indicó que un 99% de sus viñedos es regado mediante goteo y se utilizan distintas tecnologías de agricultura de precisión que les permite determinar de forma exacta cómo y cuánto regar, especialmente en zonas afectadas por la sequía". También hacen manejos del suelo para retener más agua mediante prácticas como la incorporación de materia orgánica y cobertura vegetal, lo que reduce la evaporación y aumenta la infiltración. En línea con eso, colaboran con instituciones de investigación para desarrollar y evaluar prácticas innovadoras que aumenten la resiliencia climática de nuestros viñedos. "Esta colaboración nos permite estar a la vanguardia en adaptación al cambio climático, compartiendo conocimientos y soluciones sostenibles", finalizó.