Investigación de universidades italianas y extranjeras
27-nov-2023
Fuente: Fresh Plaza | Fotografía: PxHere
El agotamiento del suelo es un problema común en la agricultura, que se manifiesta especialmente cuando la misma especie vegetal se cultiva repetidamente en el mismo suelo. Este fenómeno conduce a varios problemas agronómicos, incluyendo el desarrollo radicular reducido de las plantas, menor vigor y productividad, y mayor sensibilidad a las enfermedades y al estrés ambiental.
Se trata de un problema conocido desde la antigüedad. Autores históricos griegos y romanos, como Teofrasto y Columela, describieron prácticas como la rotación de cultivos o el barbecho para contrarrestar el declive productivo de los monocultivos, interpretado durante mucho tiempo como un empobrecimiento nutricional del suelo.
En tiempos modernos, la llegada de los fertilizantes minerales y de síntesis no ha resuelto el problema, demostrando la mayor complejidad del fenómeno. Ya en el siglo XIX, algunos estudiosos comenzaron a explorar la idea de que las plantas podrían liberar sustancias tóxicas en el suelo, una teoría que ha ganado terreno con el tiempo. En el contexto italiano, se han realizado investigaciones por el Prof. Franco Zucconi, quien argumentó que, además de los exudados radiculares, también los residuos de cultivos serían determinantes en la liberación de sustancias autotóxicas (es decir, tóxicas para la especie de la que provienen) en el suelo. Sus investigaciones fortalecerían la hipótesis de que el agotamiento del suelo tiene orígenes tóxicos.
Más recientemente, el concepto de autotoxicidad ha sido reinterpretado y profundizado sobre la base del descubrimiento del papel inhibitorio del ADN extracelular, específico para cada especie. Esta teoría se representa en el vídeo divulgativo recientemente publicado, que describe el ciclo del ADN extracelular en los ecosistemas y su supuesta capacidad para determinar el agotamiento del suelo en los sistemas agrícolas.
El vídeo fue realizado por el grupo de investigación NoSelf, compuesto por muchos investigadores de universidades italianas y extranjeras, que en estos años han profundizado los mecanismos biológicos y las potencialidades aplicativas de la inhibición por self-DNA.
A lo largo de los años, el mismo grupo de investigación, además de profundizar en el tema del agotamiento del suelo, ha destacado que la inhibición por self-DNA sería un fenómeno que afecta no solo a las plantas, sino también a los animales y los hongos. Esta teoría adicional es la base para el desarrollo de la estrategia de biocontrol en la agricultura, basada en el uso del ADN de las especies no deseadas, ya sean hongos, insectos o plantas. Se cree que el ADN tomado de un cierto parásito o patógeno podría ser utilizado como principio activo para inhibir y controlar exclusivamente al organismo objetivo, de una manera completamente natural e inofensiva para las otras especies.
El descubrimiento del papel inhibitorio del self-DNA permitiría desarrollar estrategias agronómicas más efectivas, inspiradas en la biodiversidad y los equilibrios de los ecosistemas naturales, sin efectos indeseables en el hombre y el medio ambiente.