Felipe Martin - Ex Secretario Ejecutivo Comisión Nacional de Riego, actual director ejecutivo MAS Recursos Naturales
25-jul-2023
Fuente y fotografía: Portal Frutícola
Para nadie es un secreto que la crisis hídrica en Chile se viene arrastrando desde hace más de 10 años. Y si bien este año ha habido lluvias que han permitido dar un respiro a los agricultores pensando en la siguiente temporada, la situación no parece mejorar en los próximos años, sino todo lo contrario, ya que por más que llueva, el problema sigue radicando en que el agua no tiene a donde llegar.
En una conversación honesta y sin tapujos, Felipe Martin, exsecretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego (2012-2014) y actual director ejecutivo de la empresa gestora de proyectos hídricos multipropósito, MAS Recursos Naturales, quien estará presente en el Agricultural Water Summit el próximo 3 de agosto, señaló estar "demasiado preocupado" por lo que se viene para Chile si es que el Estado y los agricultores no comienzan a tomarle la real importancia a la situación hídrica que se avecina.
"Cuando fui secretario ejecutivo de la CNR ya llevábamos dos temporadas ya de sequía y el país no estaba preparado para esta situación, por lo que se comenzó a hablar de construcción de embalses y de proyectos de irrigación, los cuales quedaron priorizados, pero finalmente no se materializaron", señala Martin.
Asimismo, agregó que en esa época ya comenzaba a vislumbrarse que los efectos del cambio climático generarían problemas y trágicas amenazas para la población y el sector agrícola.
"Con el aluvión de Copiapó en 2015, se hizo más evidente aún que no estábamos preparados para enfrentar estos eventos extremos que cada vez son más recurrentes y complicados. Y pasó el tiempo y aún estamos donde mismo, con la misma sequía y peor aún, este año tenemos un aproximado de un 50% de déficit aún en la zona central".
Asimismo, Martin señala que hay un antecedente que la gente pareciera no tener claro, y es que el promedio de lluvias de los últimos 30 años ha bajado considerablemente al arrastrar 10 años de sequía. También está el problema de que las lluvias de hoy en día tienden a bajar desde las montañas debido a que la isoterma es cada vez más alta, y no hay infraestructura que la reciba.
"Por ejemplo, su hubiéramos tenido embalses en los ríos Teno y Lontué, posiblemente Mataquito no se hubiera inundado, es más, las probabilidades de inundación persisten en las próximas décadas considerando el cambio climático".
El asesor en gestión de recursos hídricos comenta que en su momento hubo 16 embalses priorizados para su construcción. No obstante, en 10 años sólo hay 4 que están en desarrollo: Chacrillas en Putaendo; Chironta en Arica; Nueva La Punilla en Ñuble y Valle Hermoso en Coquimbo.
"Es muy poco lo que hemos avanzado y muy lento. Si bien los embalses no son la solución, son infraestructura clave y complementaria, pero la solución debe ser integral, se deben incentivar las inversiones en sistemas de infiltración, las desaladoras y lo más importante, es que hay que tener una capacidad de distribución de esos recursos que tampoco lo tenemos. Estamos muy atrasados en lo que es la infraestructura hídrica, y mientras tanto, el país se seca", argumenta Martin.
El problema según Martin es que, si no se toman las medidas pronto, van a haber algunas áreas donde la sequía será insostenible, incluyendo el no poder abastecer de agua a sus comunidades, lo que generará que muchas personas tengan que trasladarse hacia otras ciudades y eso es "claramente más caro que invertir en embalses, desaladoras, sistemas de irrigación y eficiencia hídrica".
Felipe Martin comenta que el problema de mejorar las políticas públicas en búsqueda de una solución al problema hídrico radica en "falta de voluntades políticas y una mirada hacia las futuras generaciones".
"Hoy, el tema de agua da poder, pero no votos, tenemos un negocio con flotas de camiones aljibes que son mucho más caros en el largo plazo que invertir en tuberías y desaladoras. Tenemos priorización de proyectos como hospitales que se construyen en 4 años, mientras que los embalses se materializan en 10, entonces los gobiernos de turno sólo piensan en los proyectos que le dan réditos a corto plazo, pero no están pensando en el problema global, en las futuras generaciones, en el cambio climático. Nos falta una mirada a largo plazo".
Paralelamente a la falta de infraestructura e iniciativas para mejorar la gestión del agua a nivel país y desde el Estado, existe otro problema latente: la regularización de los títulos de aguas.
"Si bien existe una nueva prórroga para la regularización de estos títulos, los agricultores no le están tomando el peso. Si bien muchas de las Juntas de Vigilancia ya tienen todo en orden, el problema está en las bases, donde más del 80% de los pequeños agricultores no tienen sus derechos en orden, y por lo tanto en algún minuto van a caer en falta".
En su opinión, debe existir un apoyo estatal fuerte para incentivar y subvencionar a la pequeña agricultura a regularizar y perfeccionar sus títulos, pero también señala que las organizaciones de usuarios deben tomar una responsabilidad formal respecto a este tema, presionando a sus bases a regularizarse.
A falta de políticas públicas adecuadas para abordar el tema, Martin señala que hoy no existe una ruta ni siquiera un diálogo público-privado para abordar este tema.
"Hoy cada institución sigue trabajando de forma independiente, no hay coordinaciones entre las instituciones que trabajan con el tema del agua, por lo tanto, no hay una visión de cómo tratar y abordar el problema".
Pero ¿qué instituciones deberían sentarse en la mesa para escribir una hoja de ruta sobre este tema? "Necesitamos que la Dirección General de Aguas (DGA) lidere este diálogo, que la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) trabaje para construcción de obras de mediana y gran envergadura, que la Comisión Nacional de Riego (CNR) trabaje en obras de menor envergadura, el Ministerio de Medio Ambiente para que garantice la sustentabilidad de los proyectos, el Ministerio de Desarrollo Social para que les dé el visto bueno a estas iniciativas y Hacienda para el financiamiento", señala Martin.
Martin comenta que Chile tiene tecnología de primer nivel tanto en sistemas de riego por goteo, hidrología y normativa, que es un ejemplo a nivel internacional, "es más, nosotros exportamos tecnología como telemetría a Estados Unidos, España y otros, pero el problema es la masificación y el ponernos de acuerdo".
Un ejemplo que da Martin es en Olmos, Perú, donde se hicieron inversiones para trasladar agua desde la selva a más de 40.000 hectáreas que no eran productivas, a través de un proyecto privado que contó con el apoyo del Estado.
"En el caso de Chile, nosotros tenemos el embalse de Convento Viejo, que tiene una cantidad de agua que está reservada para futuras plantaciones en el sector de Marchigue (10.000 hectáreas), no obstante, llevamos 4 años analizando llegar con estos recursos a ese sector y aún no se aprueba el proyecto".
"La diferencia entre ambos escenarios es que en Perú están teniendo una capacidad de reacción que nosotros no. Aún tenemos agua, pero la perdemos y de paso, le estamos regalando espacio a competidores no sólo en agricultura, sino también en minería, en energía, entonces los "jaguares de Latinoamérica" estamos pasando a ser gatitos".
Si bien Felipe Martin recalca que su pronóstico "no es pesimista" dice que debe haber una voluntad de mejorar en verdad para no "irnos a la segunda división".
"En estos momentos, en temas de aguas, nos hemos farreado el partido, pero porque nos lo hemos querido farrear. Este no es un tema de no tener las capacidades o la tecnología, el agua la tenemos, pero no hay voluntades políticas y la mirada cortoplacista sobre este tema es en verdad vergonzosa".
Si hablamos del sector agrícola, Martin señala estar "deprimido con el nivel de liderazgo de la gente que debería estar presionando por esto".
"Los pequeños y medianos agricultores no están entendiendo que gran parte de su patrimonio se les va a ir al tacho de la basura sino se ponen las pilas con regularizar sus títulos de aguas", concluye Martin.