El Grupo Operativo Suelos Vivos continúa los ensayos e identifica los inoculantes con mayor potencial

Fuente y fotografía: ceiA3

Como explica el investigador principal del proyecto perteneciente al grupo 'Fuego, Ecología y Biodiversidad en Ecosistemas Mediterráneos | RNM-923' de la Universidad de Cádiz, Raúl Ochoa, para testar los inoculantes "se han desarrollado ensayos en macetas, con sustrato común y suelo de viñedo sin esterilizar".

Así, la experimentación ha permitido comprobar que "se puede transferir ciertas características metabólicas desde una cantidad muy pequeña de suelo de la rizosfera de una planta a los inóculos", y de éstos, indica el experto, "esas características a otro suelo en condiciones controladas".

Tras los ensayos, explica, "se ha comprobado que existe una relación entre la actividad enzimática medida en el inóculo y la actividad enzimática en la maceta".

Así, la experimentación ha permitido comprobar que "se puede transferir ciertas características metabólicas desde una cantidad muy pequeña de suelo de la rizosfera de una planta a los inóculos", y de éstos, indica el experto, "esas características a otro suelo en condiciones controladas".

Durante la investigación, "también se han identificado los efectos del inóculo sobre el funcionamiento del suelo, ya que su adicción cambia el perfil funcional del suelo".

En este sentido, el investigador explica que "se ha observado que ciertas actividades enzimáticas se favorecen, otras no varían y otras se suprimen".

Como resultado, añade el experto, "se han conseguido identificar aquellos inóculos que, de forma consistente, favorecen prácticamente todas las actividades", que son los que se someterán a un análisis más profundo para identificar los organismos presentes.

Los inóculos seleccionados serán los que se prueben en condiciones reales de campo durante la siguiente etapa con el objeto de "contrastar su efecto junto con los otros dos elementos que se pretenden evaluar: la influencia de las cubiertas vegetales y la del ganado".

El investigador reconoce que estos resultados "son muy prometedores" respecto la obtención de un producto con potencial regenerador del suelo y bioestimulante para el viñedo.

Este tipo de estrategias puede facilitar la transición de los viñedos en cultivo convencional, con alta demanda de insumos químicos, a una agricultura basada en la naturaleza, más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Asimismo, "aporta nueva información científicamente contrastada a los viticultores y bodegueros que ya están alineados con este enfoque de producción y tienen conocimientos y experiencia en técnicas de agricultura ecológica".

Ochoa destaca la buena aceptación del proyecto por parte de los viticultores que han facilitado la toma de muestras en sus viñedos.

El objetivo del proyecto es desarrollar e implementar estrategias innovadoras de gestión sostenible de los suelos de viñedos y zonas aledañas de pastizal, en la provincia de Cádiz, para acelerar la transición de viñedos convencionales intensivos en recursos a viñedos sostenibles de alto rendimiento que proporcionen una amplia variedad de servicios ecosistémicos.

El Grupo Operativo Suelos Vivos está compuesto por la Universidad de Cádiz y el ceiA3, ASAJA Cádiz, Centro IFAPA-Rancho de la Merced (agente colaborador) y entre los beneficiarios figuran, además, la Universidad Pablo de Olavide y Bodega Primitivo Collantes, y como colaboradores, la Bodega Manuel Aragón y la Cooperativa Unión de Viticultores Chiclaneros.

El proyecto está financiado con Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (FEADER) y de la Junta de Andalucía en la convocatoria para el Funcionamiento de Grupos Operativos Regionales de la Asociación Europea de Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (EIP AGRI) de 2020.