15-dic-2022
Fuente: aenverde.es
Fotografía: PxHere
El sistema alimentario experimentó cambios drásticos en 2022. Enfrentado a retos como la guerra de Rusia contra Ucrania, que afecta a la seguridad alimentaria, y el creciente impacto del cambio climático, que afecta a las cosechas en todo el continente, el sector agroalimentario europeo se vio obligado a adaptarse y evolucionar en 2022.
Por otra parte, también experimentó grandes avances, ya que la COP27 acogió el primer Pabellón de Sistemas Alimentarios de la historia e iniciativas históricas como el enfoque de la UE sobre las algas allanó el camino hacia dietas más sostenibles. Pero, ¿cómo influirán estos avances en las tendencias alimentarias europeas en 2023 y cuáles serán los principales obstáculos para el cambio?
Las 5 principales tendencias alimentarias europeas en 2023, según los conocimientos del EIT Food, la comunidad de innovación alimentaria más grande y dinámica del mundo, se presentarán en Madrid Fusión, previsto del 23 al 25 de enero, y son:
Aumentará la presión sobre los marcos normativos para acelerar y ampliar los métodos de producción de alimentos sostenibles y las soluciones alimentarias novedosas que no solo tengan un menor impacto medioambiental, sino que también puedan resolver los crecientes problemas de inseguridad alimentaria y nutrición a los que se enfrenta el mundo.
De cara a la COP28, este impulso vendrá de las empresas y las partes interesadas del sector agroalimentario, pero también de los consumidores, sugiere Sam Newman, Ejecutivo de Cuentas Senior para Empresas de Tastewise. Sam afirma que «estamos empezando a ver que los consumidores exigen mucho más del término 'sostenibilidad'» y que existe una creciente demanda de un lenguaje fácil de entender que permita a los consumidores tomar decisiones más informadas sobre los alimentos que consumen y las opciones que eligen.
La tendencia de los alimentos de origen vegetal lleva tiempo creciendo en Europa, y las alternativas a la carne siguen perturbando los mercados. A medida que se diversifican las opciones proteínicas, aumenta también la demanda de productos que puedan reproducir realmente la carne -desde la textura y el aspecto hasta el sabor y el olor-.
Esta tendencia alimentaria también se está extendiendo a mercados emergentes, como los productos del mar alternativos y los alimentos a base de algas. La Comisión Europea reconoce el papel de una dieta más vegetal, con menos carne roja y procesada y más frutas y verduras, en la prevención de enfermedades y en la reducción del impacto medioambiental del sistema alimentario. Algunos métodos de producción de carne alternativa, como el cultivo celular, ya está aprobado en mercados como Singapur y EE.UU. Europa podría ser el siguiente.
Se prevé que en 2023 los consumidores busquen más fórmulas que mejoren tanto su salud física como mental, con lo que se pretende capacitar a los consumidores para que tomen decisiones más informadas sobre sus dietas basándose en conocimientos y datos tangibles.
Supermercados, escuelas y gobiernos introducirán iniciativas y políticas sanitarias locales basadas en las necesidades y costumbres dietéticas locales. EAT-Lancet Commission on Food reconoce que la diversidad es clave a la hora de analizar la nutrición y que los alimentos no son sólo algo que comemos, sino que también tienen un profundo significado cultural, y las soluciones nutricionales específicas deben tenerlo en cuenta.
Se espera que la automatización, la conectividad y la trazabilidad reciban más inversión y atención en 2023 para aumentar la seguridad y la capacidad del sector para actuar con rapidez en caso de crisis.
Utilizando información de sistemas integrados que se conectan y comparten datos, como el Internet de las Cosas (IoT), así como el uso de sistemas digitales como blockchain, también pueden ayudar a gestionar otros riesgos y procesos como la seguridad alimentaria, la transparencia de la cadena de suministro y la reducción de residuos.
El desperdicio es una tendencia alimentaria que se prevé que evolucione en 2023. Esto incluye desde el uso de subproductos agrícolas como fertilizantes hasta el reciclaje de residuos alimentarios para crear nuevos ingredientes nutritivos.
Thor Sifusson, fundador y presidente de Iceland Ocean Cluster, afirmó que esto debe extenderse a todos los mercados del sistema alimentario, incluidas la pesca y la acuicultura. Ed Bergen afirmó que «necesitamos más esfuerzos por parte de las empresas, los gobiernos y las personas. Realmente necesitamos cambiar el comportamiento y a veces se necesita un poco de fuerza para hacerlo».