José Miguel Fernández/Socio fundador de Sembrador Capital/ Revista Visión Frutícola. noviembre-dicembre 2022 , pag. 46-51.
16-ene-2023
Fuente y fotografía: Visión Frutícola
Proveniente de una familia de agricultores, José Miguel Fernández estudió agronomía y confiesa que siempre ha trabajado ligado al campo, pero con una cercanía también al mundo financiero. En 2005 crea Sembrador Capital, una administradora de fondos de inversión especializada en el sector agrícola.
"Fui gerente de finanzas en una empresa exportadora de frutas, luego gerente general por más de 10 años. Me interesé por desarrollar fondos de inversión para la agricultura buscando que existiera esta categoría para inversionistas profesionales y que así pudiera fluir el capital hacia los cultivos, de la misma forma que ha ocurrido en muchas otras actividades de la economía. De alguna manera se fue dando y cuando vi el potencial que existía, me pareció muy atractivo participar. Realmente es un tema que me apasiona, crear instrumentos para que los inversionistas profesionales se atrevan a invertir en agricultura, de la misma manera que invierten normalmente en otras categorías de activos financieros", comenta.
El especialista agrega que inicialmente el modelo fue tomando forma a partir de una experiencia con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mientras trabajaba en la empresa exportadora de frutas. Entonces, tuvo que viajar a Washington, Estados Unidos, para realizar cursos dictados por la Asociación de Venture Capital y ahí aprendió cómo funcionaban los fondos de inversiones en general. Así fue madurando la idea de aplicar el modelo de fondos de inversión adaptados a la realidad agrícola.
"Comprendí un poco mejor de qué se trataba esto y a mi regreso empecé a estudiar cómo había sido la experiencia de fondos de inversión en Chile, la que no había sido muy buena. Sin embargo, Corfo (agencia del Gobierno de Chile), estaba fomentando que se desarrollaran los fondos de inversión y por esta razón decidí llevarles mi proyecto enfocado en lo agrícola. Esta idea de apoyar con capital a los agricultores les pareció novedosa y respaldaron el inicio del primer fondo", cuenta.
En ese momento, Fernández tuvo que "salir a vender la idea" a inversionistas y "me costó mucho encontrarlos". Para convencerlos, tuvo que comprometerse financie[1]ramente, hipotecando su casa e invirtiendo todo en el fondo, de modo que pudo explicar a los inversionistas que patrimonialmente no había nadie más involucrado que él en esta idea.
Es importante recordar que un fondo de inversión es un patrimonio de terceros que se rige por un reglamento, el que mandata al administrador a invertir en lo que el reglamento regula. Este primer fondo tenía la particularidad de que el mandato era invertir en agricultura y no había prácticamente nadie en el mundo que se dedicara a eso en ese momento, transformándose en uno de los pioneros en esta categoría.
¿Qué factores han influido para que esta industria se desarrolle?
La historia de los fondos de inversión que invierten en la agricultura tiene un impulso cuando inversionistas profesionales (Fondos de Pensiones, Compañías de Seguros, fondos de personas de alto patrimonio, entre otros) "descubren" esta categoría y tiene su origen con la crisis financiera de 2008, cuando la mayoría de las clases de activos bajaron enormemente su valor y los activos agrícolas prácticamente no cayeron de valor. Si bien existían fondos que invertían en agricultura antes de ese momento, eran bastante aislados.
¿Dónde se produce el giro entonces?
La tendencia llega a nuestros países cuando inversionistas institucionales ponen sus ojos en cultivos permanentes (permanent crops), como los frutales, ya que se dan cuenta de que no les basta producir solo en el hemisferio norte, y de alguna manera tienen que lograr una oferta estable todo el año para abastecer los mercados. Entonces desde Estados Unidos, en California, comienzan a diversificarse y a seguir invirtiendo, pero también mirando al hemisferio sur. Van a Nueva Zelanda, Australia, entran a Chile y desde ahí también empiezan a mirar al Perú y a otros países de la región.
Hay que entender qué es lo que están buscando en agricultura y eso no es solo rentabilidad. A ellos les gusta invertir por los atributos que tiene el activo agrícola, que básicamente tiene que ver con preservar capital, protegerse de la inflación y recibir una renta mejor que la de otros activos financieros comparables, mirando el largo plazo.
Según su experiencia ¿Cómo los diversos factores mundiales que estamos viviendo hoy como la pandemia, guerra, inflación y la situación política están o pueden estar afectando al sector agrícola en Chile y Perú?
Si se analiza el tipo de problema que hay, si soy un inversionista institucional y estoy buscando proteger mi capital de todos estos riesgos, invertir en agricultura es una gran alternativa. En la pandemia quien tenía inversiones en aerolíneas u hoteles se vieron afectados, ya que la gente tenía que estar en su casa. Pero la agricultura es la base de la producción de alimentos. Se necesita cierta cantidad de calorías diarias que se tienen que ingerir independiente de dónde me encuentro. Entonces, desde esa perspectiva, esta clase de activos mantuvo su valor y fue una muy buena prueba de esta tesis de inversión para fondos institucionales, que tienen como principal mandato proteger su capital administrado.
Tras la pandemia, la inflación ha impactado el tema logístico con el alza de costos y está afectando los resultados, porque en muchos alimentos no se ha logrado traducir el alza a los precios.
El área en donde nos hemos especializado, es decir, en los cultivos permanentes, los frutales van un poco más rezagados. Este año en particular ha sido muy difícil. Sin embargo, no son temas estructurales, son temas más bien circunstanciales que se van a corregir.
En cuanto a la guerra y la situación política, yo diría que su efecto es mixto. Hay algunos cultivos que han visto afectado los precios, pero finalmente son alimentos y, si bien todas estas irrupciones en la cadena de suministros afectan, se necesita seguir produciéndolos, comiendo, entonces al final del día pasado estos temas y vuelto el ajuste que tiene que producirse, se sale más bien fortalecido.