Portal Agro Chile
15-dic-2022
Fuente: Portal Agro Chile
Fotografía: FIA
La tecnología es un factor clave para mejorar la cadena de suministro de frutas y verduras, ya que ayuda a reducir pérdidas de alimentos frescos.
Después de la pandemia de COVID-19, la economía global ha sido sometida a retos que requieren conocer las estimaciones en cada sector clave. Dentro de la producción de alimentos, por ejemplo, se espera que la industria agrícola crezca con una tasa anual de 5.14% hasta 2027 (Market Data Forecast), lo que generará 210.9 millones de dólares por año.
Sin embargo, los productos del campo enfrentan retos cada vez más complejos (como el cambio climático y la interrupción de suministros), por lo que es fundamental conocer el rumbo para el mercado a pocos días del 2023.
Una encuesta realizada por la agtech ProducePay mostró 5 claves a considerar para el siguiente año en la producción de frutas y verduras, que requerirán sacar provecho de adelantos tecnológicos y de nuevas tendencias a favor del medio ambiente.
Uno de los desafíos para los productores es el adaptarse a la sustentabilidad, ya que parte de los consumidores buscan empresas conscientes del cambio climático y de sus efectos (como la prevalencia de parásitos y enfermedades en cultivos). En este sentido, la trazabilidad en la cadena de suministros de alimentos frescos es importante para generar confianza en el consumidor, ya que el "mercado de la trazabilidad" alcanzará un valor de 37 mil 900 millones de dólares para 2029 (Data Bridge Market Research).
Por otro lado, el cuidado del medio ambiente adquiere cada vez más importancia en las decisiones que se toman en el campo. De acuerdo con una encuesta realizada por ProducePay, el 50% de los productores considera que las prácticas sustentables son extremadamente importantes; el 40% implementa estas prácticas con el objetivo de contribuir a frenar el cambio climático, mientras que el 35% desea aumentar sus oportunidades de venta a partir de productos cultivados de forma responsable. La sustentabilidad está directamente relacionada con la venta de productos más frescos y a menor precio, lo que es fundamental para todas las partes que componen este mercado.
En este sentido, los alimentos frescos no sólo son importantes por ser más seguros y consumibles, sino que también este atributo forma parte de las preferencias de los usuarios. Datos de la FAO muestran que las personas eligen sus productos agrícolas con base en atributos (físicos, de sabor, texturas) y credibilidad (seguridad, uso de pesticidas).
El aumento de los precios por la inflación mundial afecta a distintos actores de la industria agrícola (fertilizantes, pesticidas, costos de envío). Por solo dar un ejemplo, desde principios de este año hasta mayo, los fertilizantes aumentaron un 30% su costo, sumado al aumento ya drástico sufrido desde 2021 (cercano al 80%). El caos no ha parado ahí: los precios de los productos frescos en 2022 aumentaron un 9% por unidad.
Adicional a esta alza de costos para los agricultores, las interrupciones en la cadena de suministro derivan también en un importante desperdicio económico y de alimentos. Datos de la encuesta realizada por ProducePay mencionan que casi el 60% de los productores agrícolas concuerdan que la principal solución para el desperdicio post-cosecha es tener acceso más directo a los compradores. Para ello se puede usar una plataforma que conecte directamente a productores con compradores, para que los participantes se concentren en su negocio, la agricultura y la venta.
Los problemas de comercialización están íntimamente conectados a la dificultad de los productores para establecer precios justos. El 14% de los agricultores encuestados por ProducePay considera que cumplir con los requisitos de los compradores es su problema comercial más común. Por ello, se recomienda colocar frente a los compradores propuestas de valor únicas, que pueden ir desde los productos cultivados de manera sostenible hasta la presentación de lo cultivado. La creatividad del vendedor es clave para que los precios estén a su favor.