El tesoro “escondido” de la cordillera: descubren nueva especie de planta en el Ñuble andino

Rara y extrema. Así es Valeriana praecipitis, la “sorpresa botánica” que abultó el listado de especies recién descubiertas por la ciencia en Chile. Se destaca por sus pequeñas flores blancas y hojas de color verde plateado, así como por sus escasas poblaciones que viven en acantilados y precipicios de la Región del Ñuble. Aunque en la zona existe una reserva de biosfera, esta planta y su hábitat no poseen protección oficial y son muy vulnerables a amenazas como la crisis climática. Por lo anterior, se encontraría en peligro de extinción, mientras distintas voces buscan visibilizar los desafíos para proteger a la flora chilena.

16-mar-2022

Fuente: Ladera Sur

Los Andes no solo se caracterizan por sus paisajes escarpados, sino también por ser la cuna de criaturas únicas del sur del mundo. Así sucede en la cordillera de la Región del Ñuble, la cual se destaca - entre otras cosas - por poseer una reserva de la biosfera, por albergar a la última población conocida del huemul en Chile central, e incluso por la reciente descripción de un nuevo género de planta en su territorio.

Como si fuera poco, esta zona suma un hito para la biodiversidad nacional, luego de que botánicos descubrieran a Valeriana praecipitis, una nueva especie para la ciencia en Chile, que sería endémica de la Región de Ñuble, es decir, viviría solo en este rincón del planeta. De esa manera, el hallazgo publicado en la revista científica PhytoKeys recuerda la relevancia de investigar la (aún desconocida) naturaleza local.

"La descripción de Valeriana praecipitis en Chile central sigue al reciente descubrimiento de Rayenia malalcurensis, un género (y una especie) endémico, recientemente descrito y encontrado en la misma zona. Esto nos hace suponer que, tanto la región como el género Valeriana, podrían revelar otras interesantes sorpresas botánicas", expresa Alejandro E. Villarroel, primer autor del estudio e investigador del Departamento de Biología en la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Serena.

Este hallazgo fue el fruto de una serie de expediciones botánicas realizadas entre los años 2015 y 2021 en San Fabián de Alico, en los cerros Malalcura y Cuernos del Valiente, y en las lagunas El Florido y Añil. Aprovechando las bondades de la primavera y verano, el equipo realizó caminatas y escalada, encaramándose como ágiles ungulados en las paredes de roca.

Así lo cuenta la investigadora independiente, Kora Menegoz, quien se encontraba "escalando por la pared sur del Cerro Malalcura en 2015, cuando vi la Valeriana por primera vez. Después la vi en varios sitios de San Fabián, siempre en paredes de roca, pero el que tuvo la intuición de que podía ser una nueva especie fue Alejandro".

Para eso transcurrieron algunos años, hasta que iniciaron en 2017 los estudios en el estero Bullileo, en la precordillera de Ñuble.

"En el terreno de noviembre de 2019 (junto a Cristóbal y Daniela), recorrimos la parte alta del valle del estero Bullileo, sobre los 1.450 metros de altitud, ascendiendo vimos una planta de hojas plateadas no registrada para el valle, la que colgaba en un acantilado inaccesible. Continuando el ascenso, y también en paredes verticales (más accesibles), estaba Rayenia malalcurensis, planta que describimos en febrero de 2021, y que robó nuestro interés en aquel terreno", prosigue Villarroel, quien también es investigador del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio, en la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile (UACh).

En enero del 2020 regresaron al mismo lugar para escudriñar las rocas. Villarroel agrega que, "al descender más por la pared, vi nuevamente a la planta de hojas plateadas que, con algo de esfuerzo, logré colectar (esa es la muestra tipo que está en el Museo Nacional de Historia Natural). La muestra carecía de flores y frutos maduros, pero permitió confirmar que se trataba de algo nuevo para la flora de Chile y Argentina. Conversé con Kora y coordinamos nuevas salidas, con el fin de colectar flores en diciembre 2020, y frutos en febrero 2021. Y también para obtener mejores fotografías…ya con todo el material colectado, Ricardo Moreno y Carlos Le Quesne nos apoyaron en la producción del artículo [científico]".

En síntesis, luego de colectar, analizar y realizar una revisión de herbario, lograron dar con la identidad de la susodicha, recordando de paso las enormes brechas y vacíos que aún existen en torno al conocimiento de la flora nacional.

"Hace algunos años, cuando comenzaba mis estudios sobre la flora chilena, pensaba que era muy difícil descubrir una nueva especie nativa (…) En el tiempo observé que las expediciones botánicas se concentraban solo en ciertos lugares y que muchas han sido realizadas en el pasado, por lo tanto, actualmente existen muchos lugares inexplorados donde puede haber nuevos hallazgos. A lo largo de Chile, cada zona geográfica presenta una historia ambiental particular que ha dado curso a una biodiversidad peculiar. Ñuble andino ha sido catalogado como un centro de diversificación de muchas familias de especies vegetales", sostiene Ricardo Moreno-González, investigador del Departamento de Palinología y Dinámica del Clima de la Universidad de Göttingen, y del Laboratorio de Biodiversidad y Ecología del Dosel de la UACh.

Una planta rara y extrema

Menegoz detalla que Valeriana praecipitis es "una hierba perenne que crece erecta o laxa cuando cuelga en los precipicios. Esta puede ser simple (una sola roseta) o ramificada (varias rosetas), y puede superar los 65 cm de altura al florecer. Tiene un rizoma (similar a una raíz) de color marrón oscuro, leñoso y fétido (olor que aumenta al secar la planta), de más de 30 cm de largo. Su tallo presenta entrenudos muy cortos y allí se forma una roseta basal de 9 a 25 hojas. Las hojas basales (las que forman la roseta) son caducas, es decir, caen en el invierno, y son de color verde plateado. El tallo floral es morado en la base y verde claro hacia las flores".

Además, las flores de Valeriana praecipitis se caracterizan por ser pequeñas, hermafroditas y de cinco pétalos blancos fusionados. "El fruto es un pequeño aquenio, de color amarillo-verde en la base, volviéndose morado hacia el ápice, allí presenta un pappus [conjunto de pelos] plumoso de 11 plumas. De todas las características mencionadas, la que más destaco es el color verde-plateado de sus hojas", detalla Menegoz.

Villarroel aclara que "en el valle del estero Bullileo y precordillera de Ñuble, por el momento, no existe ninguna especie similar con la cual poder confundir esta especie, sin embargo, no es una planta fácil de observar, ya que habita sitios de difícil acceso (partes altas de la montaña y de alta pendiente), y su densidad es baja (es una planta rara). Sin duda, su extrema rareza e inaccesibilidad son las razones que evitaron su descubrimiento hasta el momento".

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