IFC, la mayor institución de desarrollo global enfocada en el sector privado en mercados emergentes y miembro del Grupo del Banco Mundial, está apoyando un nuevo proyecto en Brasil que busca fortalecer la producción de bioenergías y colaborar con la diversificación de la matriz energética del país, así como la implementación de prácticas para una agricultura climáticamente inteligente.
31-ago-2021
Fuente: Bioeconomía
Cocal, una empresa de origen familiar que produce y procesa caña de azúcar en el estado de Sao Paulo, invertirá U$S 70 millones para ampliar la producción de etanol y biogás y en la renovación de sus cañaverales con técnicas agrícolas y climáticamente inteligentes que utilizarán tecnologías de monitoreo en tiempo real y con excelente precisión.
Cocal opera desde hace más de cuatro décadas plantas industriales en las ciudades de Paraguaçu Paulista y Narandiba, en el Estado de São Paulo. El Grupo, que emplea a unas 5.000 personas, produce azúcar, etanol y electricidad renovable y desde este año ha ingresado en los mercados de biogás y dióxido de carbono.
El paquete de financiamiento se compone de U$S 40 millones aportados IFC y de U$S 30 millones movilizados con otras dos instituciones financieras: el Banco Itaú BBA y el Rabobank.
IFC dijo que apoyará el programa de inversión del Grupo Cocal, estimado en U$S 92 millones, que incluye la construcción de una unidad de producción de biogás en el municipio de Narandiba, la renovación de 27 mil hectáreas de caña de azúcar y el reemplazo de maquinaria y equipo agrícola. Los recursos de IFC se utilizarán específicamente en la construcción de la planta de biogás y en las incorporación prácticas agrícolas climáticamente inteligentes que tengan ganancias verticales en la producción y ganancias cualitativas en la producción de materia prima.
La inversión de IFC permitirá a Cocal producir biogás, biometano, CO2 y electricidad a partir de vinaza, de cachaza (también conocida como torta de filtración) y de otros subproductos industriales nobles del proceso de molienda de la caña de azúcar, dentro del concepto de economía circular.
Inicialmente, el biogás reemplazará a los combustibles fósiles en las industrias y será distribuido por los propios camiones de Cocal. A partir de julio de 2022, el gas renovable también se distribuirá a hogares, comercios, industrias y vehículos en la región de Presidente Prudente, Narandiba y Pirapozinho (en el Estado de São Paulo), a través de un oleoducto construido en sociedad con GasBrasiliano.
Además, se utilizará biogás para reemplazar el diésel en la flota automotriz de la empresa, contribuyendo al proceso de descarbonización. Cocal es una de las primeras empresas en adoptar esta tecnología para producir biogás a partir de residuos agroindustriales y la primera en depurar biogás en biometano, un combustible equivalente e intercambiable al gas natural, según la Agencia Nacional del Petróleo (ANP).
"Cocal se ha enfocado en la innovación y fortalecido sus prácticas de ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza). Así, la inversión en proyectos en los sectores industrial y agrícola representa una solución ambiental y socialmente viable, al tiempo que genera productos versátiles, limpios y competitivos para la región, impulsando la economía local y el desarrollo regional. También permite que Cocal se inserte en el Programa RenovaBio al promover el uso de biocombustibles y biofertilizantes, ofreciendo una alternativa fuera de la cadena de producción basada en fósiles", dijo Paulo Zanetti, Director General del Grupo Cocal.
En el campo de las nuevas tecnologías, Cocal es pionera en una técnica de siembra desarrollada en asociación con el reconocido centro universitario local 'Escola Superior de Agricultura Luiz de Queiroz - Esalq / USP'. La técnica conserva el suelo al tiempo que evita la erosión, aumenta el potencial de productividad de la caña de azúcar y permite que Cocal produzca más sin la necesidad de expandir el área cultivada.
Este paquete es el primer financiamiento de CFI para Cocal, y forma parte de los planes de la institución para fortalecer su presencia en el sector del azúcar, el etanol y las energías renovables. Los recursos de este proyecto están 100% enfocados a combatir los efectos del cambio climático.
"Este proyecto está alineado con uno de los pilares de IFC en Brasil, que es hacer de la sostenibilidad ambiental y social un motor empresarial para la agroindustria. Incrementar la participación de biocombustibles sostenibles y energías limpias en la matriz energética del país es estratégico para que Brasil alcance las metas establecidas en el Acuerdo de París", dijo Carlos Leiria Pinto, Country Manager de IFC en Brasil.
Brasil es el séptimo mayor emisor de gases de efecto invernadero (GEI) del mundo. En 2015, el país firmó el Acuerdo Climático de París con el compromiso de reducir las emisiones de GEI en un 43% entre 2005 y 2030. Brasil también se comprometió a aumentar la participación de los biocombustibles sostenibles en la matriz energética brasileña a aproximadamente el 18% para 2030, ampliando el consumo de biocombustibles y suministro de etanol. Un paso importante para lograr este objetivo es lograr un 45% de energía renovable en la matriz energética para 2030.
La inversión de la CFI en Cocal ayuda a un actor fuerte del azúcar y el etanol en la producción de biocombustibles sostenibles, biogás y electricidad basada en biomasa a través de la cogeneración a partir de bagazo de caña de azúcar.