La última edición de la revista académica editada en la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC sintetizó la experiencia nacional e internacional en torno a esta disciplina que promueve la biodiversidad. El investigador Osvaldo Salazar fue el editor invitado del número que será un insumo para la OCDE en el marco de su programa Biological Resources Management for Sustaintable Agricultural Sistems.
01-abr-2021
Fuente: Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC
Previamente conocida como la Revista de Ciencia e Investigación Agraria, la publicación académica editada en la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC cambió su nombre a International Journal of Agriculture and Natural Resources, con el fin de internacionalizar sus contenidos. La última edición refleja este espíritu con la colaboración de investigadores desde Europa, Norteamérica, Australia y Latinoamérica, quienes compartieron sus experiencias en el campo de la agroecología desde una perspectiva científica.
Esta disciplina se centra en el diseño y manejo de sistemas agroalimentarios productivos que, a su vez, conserven e incluso promueva la biodiversidad. Por lo mismo, aborda la problemática desde aspectos como la eficiencia en el uso de recursos naturales, el reciclaje, patrimonio alimentario, territorio y cultura, pero además involucra conceptos de economía circular y el diálogo con saberes ancestrales y costumbres de zonas rurales.
"Dentro de la Facultad hemos discutido sobre cómo avanzar hacia una agricultura más sostenible y, una de las disciplinas que se ha desarrollado de manera más científica y que ha tomado fuerza los últimos 20 o 25 años es la agroecología. En ese sentido, promueve prácticas de sistemas agroalimentarios más justos y económicamente viables, por lo que tiene además un vínculo con las políticas públicas", señala Osvaldo Salazar, académico de la Universidad de Chile y editor invitado de este número.
La idea de reunir diversas experiencias en esta materia surgió el año 2019 y, originalmente, se traduciría en un workshop financiado por la OCDE a través de su programa Biological Resources Management for Sustaintable Agricultural Sistems. Este incluiría la participación de 10 expositores internacionales que dialogarían sobre cómo integrar políticas públicas para aumentar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios.
Finalmente, el encuentro no se pudo concretar, pero sí el compromiso de condensar estas experiencias en un set de artículos que servirá como insumo para el Comité de Agricultura Sostenible de la OCDE y, en base a eso, generar nuevas directrices para sus países miembros.
Escalabilidad, agricultura digital y biotecnología
"Uno de los principales desafíos actuales es cómo vincular a los agricultores para transitar desde la agricultura convencional, hacia una que respete la biodiversidad y el ecosistema en que se desarrollan las prácticas agrícolas. En general la agroecología se maneja a muy pequeña escala, pero avanzar en producción y territorio es una tarea pendiente", señala Salazar.
Aquí podría resultar clave la implementación de tecnologías como sensores, modelos computacionales y otro tipo de herramientas dentro de los sistemas agroecológicos. Ahí, rescata el editor invitado, uno de los puntos clave es que ésta "sea accesible para todos los agricultores y, por lo tanto, debe ser de libre acceso, mientras que los accesorios deben ser de bajo costo". Otros puntos que generan menos consenso se refieren al uso de la biotecnología y la ingeniería genética.
Sin embargo, las soluciones no son únicamente tecnológicas. La vinculación y cohesión social de un territorio también es un gran desafío que depende, en gran parte, de las políticas públicas centrales, pero también de la administración local. "Abordamos cómo podemos trabajar en colaboración con los vecinos para que generen una economía circular, que baje los costos de producción y el impacto ambiental de muchas prácticas. Eso también depende de cómo se ordenan las actividades y el territorio y proteger, por ejemplo, algunos cuerpos de agua o ambientes más expuesto a los efectos de la agricultura convencional", explica Salazar.
Evidencia científica para la región y el mundo
La edición número 47(3) de la revista, a la que se puede acceder libremente desde su web, también analizó cómo la agroecología y los sistemas alimentarios sostenibles contribuyen a los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, con su hoja de ruta al 2030. En ese sentido, el equipo editorial identificó que el material generado podría colaborar directamente en los esfuerzos por Hambre 0, en Acción por el clima y Vida de Ecosistemas Terrestres, a través del desarrollo de sistemas en que convivan la necesidad de producir alimentos con herramientas suficientes para no alterar el medio ambiente.
"No se trata de dejar de hacer agricultura. Tenemos que hacer agricultura y alimentar a 17 millones de personas y, ojalá, contribuir a la alimentación de otro sector global, porque somos un país privilegiado en términos de recursos genéticos, de clima y de suelo, pero es un patrimonio que además hay que cuidar, para dejar a nuestros hijos recursos que puedan continuar usando en las siguientes generaciones", concluye Salazar.
La revista está disponible en el sitio web de IJANR, en el que puedes revisar todos los artículos en Acceso Abierto, también pueden seguir su cuenta en Twitter acá.