Emblemática de Sudamérica, la quínoa ha sido un sustento milenario para diversas comunidades. El interés en esta especie continúa vigente, aunque existen algunos desafíos, como mitigar los efectos negativos que ocasiona una polilla en su cultivo, sin usar plaguicidas químicos. Por ello, y con el fin de mejorar la resistencia de la quínoa frente al ataque de insectos, un grupo de investigadoras evaluará el rol de los hongos endófitos, pequeños organismos que viven dentro de las plantas, y que pueden otorgarles protección. Para ello utilizarán hongos de un pariente de la quinoa: la quinguilla. Entérate aquí de los detalles de esta interesante investigación.
19-mar-2021
Fuente: Ladera Sur
La quinoa ostenta una relevancia milenaria para la alimentación de comunidades sudamericanas. Sin embargo, y tal como sucede con los cultivos en general, enfrenta varios desafíos, como la depredación de insectos.
Por este motivo, un proyecto ANID FONDECYT, desarrollado por las investigadoras Doctora Valeria Palma y la Doctora Marcia González, propone fomentar el uso de controladores biológicos de insectos para evitar el uso de plaguicidas químicos, los cuales son altamente contaminantes para el medioambiente y animales (incluidos los humanos), generando además resistencia en algunos organismos.
Este control biológico sería a través de hongos endófitos, organismos que viven naturalmente dentro de las plantas y que les otorgan diversos beneficios, entre estos, le ayudan a defenderse de herbívoros, además de beneficiar su crecimiento y desarrollo. "Las plantas cuentan naturalmente con hongos dentro de ellas, se trata de una simbiosis, donde los dos organismos se conectan estrechamente entre sí. Y es del tipo mutualista ya que ambos individuos se benefician: las plantas sirven de refugio y proveen alimento al hongo, y éste les provee varios beneficios", enfatiza la Dra. Valeria Palma
Las plantas en cultivos son mucho más susceptibles a plagas que las plantas silvestres, en gran parte producto del debilitamiento de la comunidad de hongos endófitos de las plantas, la cual se ve afectada por el uso de plaguicidas y por las formas en que se desarrollan las prácticas agropecuarias.
"Ciertas especies de hongos endófitos son habitualmente utilizadas como controladores de plagas en diversos cultivos, sin embargo, no toda asociación entre hongos y plantas es siempre efectiva y/o positiva. Muchas veces la asociación planta-hongo, y los beneficios de ésta, es especie-específica, por lo que idealmente es preferible trabajar con los hongos propios de la planta de interés, o de algún pariente cercano a ésta", señala la Dra. Valeria Palma respecto al contexto de la investigación.
A partir de lo descrito, la investigación postula el mejoramiento de la resistencia al ataque de insectos en la quínoa (Chenopodium quinoa), utilizando hongos endófitos provenientes de un pariente cercano silvestre, que en este caso es la quinguilla (Chenopodium album), la que crece como maleza. "El proyecto busca sacar los hongos endófitos de la quinguilla y luego, los vamos a inocular, es decir, cultivarlos dentro de la quínoa, para que ellos le brinden los efectos positivos", enfatiza la Dra. Valeria Palma.
El objetivo de la investigación es generar un estudio que sea la primera piedra en la creación de un controlador biológico de insectos que afectan los cultivos de quínoa. En particular, esta investigación considerará el efecto de los hongos endófitos para mitigar el daño de la polilla de la quínoa, llamada Eurysacca media, una de las mayores plagas de este cultivo milenario.
El proyecto tiene una gran importancia ecológica, en palabras de la Dra. Valeria Palma: "En el momento en que se deja de utilizar plaguicidas químicos, se ayuda al medio ambiente, al calentamiento global, a las personas que se alimentan de este producto, ya que tienen menos cantidad de toxinas. Además, a los animales que son polinizadores y se alimentan de las flores de las plantas y que se ven afectados por los plaguicidas". Cabe destacar que el impacto económico es importante, ya que los plaguicidas son más costosos que utilizar un hongo que está dentro de una planta. Además, al tratarse de especies de hongos que han co-evolucionado con la quinguilla, debiese proveer diversos efectos positivos sobre las plantas, entre estos promover su crecimiento.
El estudio contará con el apoyo del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), y considera muestras obtenidas en Santiago, Litueche y Temuco.