Embrapa, Brasil publica guía para identificación de enemigos naturales en cultivos de hortalizas

La identificación correcta de los enemigos naturales es el punto de partida para un control biológico efectivo, uno de los pilares de apoyo de MIP. "La propuesta de la guía es ayudar a los agricultores, asistencia técnica y profesionales de extensión rural, consultores y estudiantes en el campo de las Ciencias Agrarias, en el reconocimiento de los enemigos naturales que se encuentran comúnmente en los cultivos de hortalizas", explica el investigador Miguel Michereff Filho, de Entomología de Embrapa Hortaliças (Brasilia, DF).

Titulado "Guía para la identificación de enemigos naturales en cultivos de vegetales" , además de imágenes ilustrativas de enemigos naturales, el documento proporciona información básica sobre el ciclo de vida, las características corporales y los signos de acción contra las plagas que atacan los cultivos de hortalizas. Los enemigos naturales son agentes de control biológico y contribuyen a la mortalidad natural de las plagas en el campo, es decir, son aliados de los agricultores en la lucha contra las plagas agrícolas y tienen una acción positiva para el equilibrio del agroecosistema.

Los cultivos de hortalizas son muy susceptibles a las plagas de insectos o las plagas de ácaros y las estimaciones indican que las pérdidas de producción pueden alcanzar el 80% , dependiendo de factores como las condiciones climáticas, los tratamientos culturales y el cultivar utilizado. Por lo tanto, saber cómo identificar con precisión qué insectos son beneficiosos es esencial para que no se confundan con las plagas y terminen siendo eliminados por error con el uso de pesticidas.

Las diferencias entre depredadores y parásitos.

En la guía, los enemigos naturales se dividen en dos grupos: depredadores y parasitoides. Los depredadores son enemigos naturales que se alimentan de insectos y ácaros que son perjudiciales para los cultivos de hortalizas. Este grupo incluye escarabajos, moscas, chinches, tijeretas, avispas, hormigas, mantis, ácaros y arañas.

"Muchos de los enemigos naturales clasificados como depredadores son más grandes que sus presas, con la excepción de las hormigas y los ácaros depredadores. Suelen caminar sobre plantas o tierra para encontrar sus presas y generalmente son generalistas, es decir, consumen lo que pueden capturar ", explica Michereff, y agrega que, además de los adultos, las ninfas y las larvas también pueden matar y consumir plagas

Los enemigos naturales considerados parasitoides son avispas, microvespas y moscas que, al parasitar a otros insectos, causan la muerte de su huésped. Son más pequeños que sus presas y actúan como especialistas, es decir, eligen un tipo de huésped y en una etapa específica de desarrollo. "Muchos de estos enemigos naturales viven una buena parte de su vida dentro del huésped o se adhieren a él externamente. La mayoría de las veces pasan desapercibidos para los productores, quienes terminan ignorando su importancia como agentes biológicos para el control de plagas en los cultivos agrícolas ", analiza el investigador.

Control: químico o biológico?

Los diferentes tipos de control de plagas no deben competir porque MIP presupone la asociación de dos o más métodos de control, ya que cuando se adoptan diferentes prácticas, compatibles entre sí, se crean varios frentes de control y, con el tiempo, la eficiencia aumenta a medida que se reduce el problema fitosanitario.

La adopción simultánea de control biológico y control químico aumenta las posibilidades de supresión de la plaga objetivo más rápidamente y contribuye a la sostenibilidad de la producción. Por ejemplo, la liberación de enemigos naturales en el campo, si se lleva a cabo en el momento correcto y en la cantidad correcta, garantiza altos niveles de control y contribuye a la reducción del número de rociamientos químicos.

Aunque el costo del control biológico y el control químico es prácticamente equivalente, existen ahorros indirectos y otras ventajas asociadas con la adopción de MIP, como, por ejemplo, una reducción de entre 30% y 40% en la frecuencia de pulverización en diferentes cultivos de hortalizas. "También existe una demanda del mercado de consumo de alimentos más saludables, lo que puede hacer que el productor reconsidere otras formas de control", reflexiona el investigador.

Fomentar la adopción de MIP

La publicación de la "Guía para la Identificación de Enemigos Naturales en Cultivos Vegetales" es parte de las acciones previstas en el proyecto "Promoción del Manejo Integrado de Plagas en la Producción de Vegetales en el Distrito Federal", cuyo objetivo es rescatar la adopción de buenas prácticas agrícolas dirigidas a de plagas en cuatro cultivos agrícolas: fresa, lechuga, tomate y pimiento.

Además de proporcionar documentos de orientación, el equipo del proyecto se dedica a cursos de capacitación para técnicos y productores rurales. El objetivo de la capacitación ha sido diagnosticar y nivelar el conocimiento para que, basado en asociaciones y articulación institucional, sea posible llevar a cabo la instalación de Unidades de Referencia Tecnológica (URT) para implementar el MIP en estas cuatro culturas importantes del Distrito Federal.

"Tenemos la intención de contribuir al proceso de sensibilización de la cadena de producción para que incorporen MIP y comprendan la relevancia del control biológico en su rutina de trabajo", planea Michereff, ya que dice que el objetivo principal será contribuir a la racionalización del uso de pesticidas y a La producción de alimentos de alta calidad nutricional y totalmente seguros para la salud humana.

El proyecto se lleva a cabo en cooperación técnica con Emater / DF y con fondos de la Fundación de Apoyo a la Investigación del Distrito Federal (FAPDF).

Fuente: Red Innovagro