Los investigadores diseñan un sistema de pronóstico para las sequías durante una temporada por WUR, Países Bajos

En 2018 y 2019, las áreas extendidas en Europa volvieron a sufrir graves sequías, que se prevé que sean más frecuentes debido al cambio climático. Se requieren con urgencia pronósticos de sequía estacional para tomar medidas oportunas para reducir los impactos de la sequía, por ejemplo, en los ecosistemas, el transporte acuático, la agricultura y la producción de electricidad.

Pronosticar el impacto de la sequía en 2-4 meses
En un estudio paneuropeo, el investigador de Wageningen Samuel Sutanto y sus colegas de la Universidad de Utrecht y Friburgo, Alemania, descubrieron que las predicciones de los impactos de la sequía, en lugar de los riesgos de la sequía, son posibles con una habilidad considerable, de 2 a 4 meses de anticipación y en algunos casos incluso más largos. Demuestran esto al pronosticar los impactos de la sequía, entre otros, en el transporte por agua, el suministro público de agua, la calidad del agua y los ecosistemas en las regiones alemanas. El equipo de investigación ha llevado a cabo este estudio en el marco del proyecto EU H2020

- enhancing emergency management and response to extreme weather and climate events.

Previsión de impacto de sequía estacional
Es importante que los administradores del agua y las partes interesadas tengan experiencia con los pronósticos de impacto de sequía estacional. El enfoque de los sectores relacionados con el agua debe estar en los pronósticos de humedad del suelo, agua subterránea y flujo de los ríos, en lugar de los pronósticos de precipitación y temperatura. Para ser útiles, estos pronósticos hidrológicos deben traducirse en impactos en varios sectores. Esto último solo es factible si las bases de datos con impactos históricos de sequía están disponibles (por ejemplo, el Inventario Europeo de Impacto de Sequía (EDII) o el Informe de Impacto de Sequía de Estados Unidos (DIR)). Dichas bases de datos deben estar bien pobladas, incluida una cobertura espacial y temporal adecuada. Parece, por ejemplo, que el pronóstico del impacto de la sequía sigue siendo imposible para muchas regiones europeas debido a la falta de datos de impacto. Si el pronóstico del impacto de la sequía estacional se hace factible en una región, entonces esto debe implementarse en un sistema de alerta temprana multirriesgo. Además, deberían mejorarse los métodos para desarrollar pronósticos de impacto de sequía, lo que implica que debería tener mayor prioridad en la agenda de investigación (nacional, UE).

Sobre el estudio
El equipo de investigación utilizó el Inventario Europeo de Impacto de Sequía (EDII) que incluye miles de informes históricos de impacto de sequía para varios sectores. Se aplicó la técnica de aprendizaje automático para conectar los impactos en un mes determinado en el pasado con los índices de sequía de ese momento, por ejemplo, el Índice de Precipitación Estandarizado (SPI). De esta manera, se obtuvo una relación entre el impacto en un determinado sector y los índices de sequía para cada región europea que tiene informes de impacto suficientes en el EDII. En el siguiente paso, los pronósticos históricos estacionales de la escorrentía y la precipitación (hasta 7 meses por delante), que están disponibles en el archivo del Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos a Mediano Plazo (ECMWF), se han utilizado para calcular los índices de sequía (p. Ej. SPI) para cada mes en el período 1990-2017. Próximo, Las relaciones mencionadas anteriormente y los pronósticos estacionales históricos de los índices mensuales de sequía se aplicaron para pronosticar los impactos de la sequía en regiones seleccionadas de Europa (en este estudio: Alemania), para sectores específicos y para cada mes en el período 1990-2017. Finalmente, las previsiones de impacto de la sequía, hasta con 7 meses de anticipación, se compararon con los impactos observados para estas regiones. Esto llevó a la conclusión de que los pronósticos de impacto de la sequía tienen una habilidad sustancial, hasta con 2 a 4 meses de anticipación y, en algunos casos, incluso más.

Fuente: Wageningen University and Research