Perú en vías a transformarse en una potencia agroalimentaria

Hace solo un par de décadas atrás, el Perú estaba concentrado en una agricultura destinada al mercado interno, como el café y algodón. Pero la industria agrícola dio un giro en 180 grados, hacia una agricultura intensiva y más rentable con la instalación de cultivos frutales y hortícolas, con los que se ha posicionado como un importante jugador a nivel global, desplazando en varios rubros a sus principales competidores.

21-oct-2019

En poco más de dos décadas, la industria agrícola peruana ha experimentado un extraordinario desempeño exportador, con ventas que se han expandido desde los US$275 millones que se vendieron en 1995, hasta los US$5,353 millones en 2018, eso sin incluir a las exportaciones tradicionales, que se empinan por sobre los US$760 millones. Ese gran salto, tiene dos principales responsables, además del trabajo, claro está, de las empresas del sector. Y son la implementación de la Ley de Promoción Agraria (Ley Nº27360) y la apertura de mercados, algo que los sucesivos gobiernos han seguido fomentando.

Eso ha motivado que, en los últimos 15 años las agroexportaciones hayan crecido a un promedio del 14.9% anual, consolidándose como el segundo motor de la economía del país, al mismo tiempo que se convierte en un vital e importante proveedor de alimentos para el mundo, con una oferta que promete calidad, funcionalidad y sabor. Todo ello en línea con la tendencia global de consumidores que optan por una vida saludable.

Los productos frescos son de lejos la mayor carta de presentación del Perú. Si antaño las ventas al exterior eran lideradas por el café, que en el año 2012 alcanzaba el récord de envíos al exterior, con US$1,689 millones, hoy en día ha dado paso a productos 'no tradicionales' como la uva de mesa y la palta, que encabezaron el ránking en el 2018, con US$817.9 millones y US$723 millones, respectivamente.

Si solo se consideran las frutas y hortalizas frescas, en 2018 el resultado fue de US$3,236.5 millones. Gracias a ello, Perú ocupó el decimotercer puesto global, muy por delante del puesto 38 que ostentaba en 2004, según los datos del International Trade Center. El pasado año, cinco productos agrícolas encabezaron los envíos: la uva de mesa con un 15% del total de los envíos, seguido de la palta (14%), arándano (11%), espárrago (9%) y mango (5%). Una década antes, cuatro productos (uva de mesa, palta, espárrago y mango) representaban el 38% de las exportaciones.

Ese dinamismo agroexportador ha permitido a Perú que se haya posicionado como el primer exportador de espárragos (en todas sus presentaciones) y quinua; el segundo en la exportación de paltas y de arándanos; el cuarto en los envíos de palmitos, el sexto en los de uva de mesa y el séptimo en los de mandarina.

Alto techo argrícola

La potente industria agrícola peruana ocupa una superficie de 180,000 hectáreas, sobre todo en zonas costeras. De allí salieron los más de 3,6 millones de toneladas de frutas y hortalizas que se colocaron en diferentes mercados del planeta la pasada campaña, lo que significó un crecimiento de 14% con relación a un año anterior, según información de Promperú.

Un hecho que destaca la importancia de la industria agroexportadora del país es que en solo ocho años, 33 empresas del sector se posicionaron con ventas superiores a los US$20 millones. En 2010, solo había diez empresas en esta situación.

Lo destacable es que el techo de crecimiento del Perú es aún muy alto, sobre todo si se tiene en cuenta el número de hectáreas y variedad de cultivos, que motivan a las firmas del sector a continuar invirtiendo. Si en 2010 las inversiones habían sido de US$400 millones, en 2017 fueron de US$1,100 millones. Eso, es lo que se ha invertido en el país, pero en los últimos años, se ha visto que compañías locales (Camposol, Agrícola Cerro Prieto y Danper) han decidido instalar operaciones en Colombia, buscando ampliar las ventanas de comercialización de la palta, un cultivo que ha experimentado un 'boom' en el vecino país.

Asimismo, en el último tiempo ha habido una serie de alianzas o compras de empresas internacionales, sobre firmas locales. Ese es el caso de la asociación de la chilena Hortifrut con Talsa, de la argentina San Miguel con la compra de Hoja Redonda y de la sudafricana Westfalia, que hace un par de años compraba el 51% de Camet Trading.

"En el Perú existe el área y el agua que hay que trasladar de un lugar a otro, como se ha hecho en el norte con los proyectos de infraestructura de Chavimochic y Olmos. Entonces, el Perú podría duplicar o triplicar su oferta agroexportadora. Está la capacidad para ello y además está el mercado, que crece en demanda de productos saludables", refiere Carlos Zamorano, quien tiene más de 10 años como director ejecutivo del Instituto Peruano de Espárragos y Hortalizas (IPEH) y es también el gerente general de Provid.

400,000 Nuevas hectáreas gracias a nueve proyectos de irrigación

El sector se encuentra a la espera de que se concrete la ejecución de nueve proyectos de irrigación, que pondrán a disposición de los inversionistas agrícolas una superficie que se estima en 400,000 nuevas hectáreas y la mejora de terrenos. Si estos proyectos se pusieran en marcha, se avecinaría un cúmulo de inversiones que rondaría los US$20,000 millones entre instalaciones en campo y la construcción de plantas de proceso. Asimismo, se generarían por lo menos 500,000 puestos de trabajo directos en el país, de acuerdo con los pronósticos de la Asociación de Gremios Agroexportadores (Agap).

La mayor expectativa está en que se liciten los proyectos de Majes (Arequipa) que supondría una superficie de 63,500 ha nuevas y 48,000 ha mejoradas. A ello se sumaría la III Etapa de Chavimochic (Trujillo), que involucraría 38,500 nuevas hectáreas.

Al respecto, el director ejecutivo de AGAP, Gabriel Amaro, dice que está faltando una definición de las fechas para el desarrollo de estas obras que son importantes para el crecimiento del sector por parte del gobierno central junto con los regionales. También espera que se prioricen las obras pendientes que permitan una mayor provisión de agua a una de las principales regiones agroexportadoras del Perú, como es Ica.

"Por ejemplo, la zona de Majes -ubicada a casi 1,500 msnm- tiene otras condiciones climáticas, distintas a los demás proyectos de irrigación. Esto nos puede ayudar a poner otro tipo de cultivos que podrían funcionar igual o mejor. Con la palta podríamos tener otras ventanas comerciales que hoy no tenemos. También se podría ver la factibilidad de la cereza en esas condiciones, donde hay mayor frío", sostiene.

Además de las obras de irrigación, los productores agrícolas están a la expectativa de la extensión de la Ley de Promoción Agraria N° 27360, que brinda facilidades laborales y tributarias al sector. Su discusión se encuentra en el Congreso de la República. Esta norma vence el 2021 y algunos han comenzado a frenar sus inversiones a la espera del desenlace normativo.

Diversificación de productos

La historia agroexportadora del Perú se inició hace más de dos décadas de la mano del espárrago, que hoy en día sigue siendo la principal hortaliza que se envía a los mercados internacionales. Tras el espárrago se fueron desarrollando otros productos como la palta, la uva de mesa, los cítricos… Hasta llegar al arándano, el que es considerado el último 'boom' agroexportador del Perú. Basta ver las cifras para entender el rápido crecimiento de esta industria, que en 1995 exportaba US$275 millones versus los US$5,353 millones del pasado año. La expectativa del gobierno y de la industria es que para 2021 la industria agroexportadora cierre ventas por US$10,000 millones.

"La agroindustria es un ejemplo de lo que se puede hacer en el Perú aprovechando nuestras condiciones especiales de clima y posición geográfica. En muchos de los casos se han convertido desiertos en tierras de cultivo, mientras que en otros, como en Ica, se ha aprovechado de mejor manera valles, sembrando productos que gran rendimiento, diferentes a lo que había antes y menos productivos, como era el algodón", señala Zamorano.

Esa diversificación productiva y exportadora se expresó con fuerza durante 2018, con el envío de 218 diferentes productos agrícolas que alcanzaron récords históricos, según Promperú. La uva de mesa lideró el ránking en valor, con un crecimiento del 25.6% con respecto al año anterior. La palta tuvo una variación de un 23%, el mango un 34%, el banano orgánico un 12.3% y la mandarina un 7.2%. Un cultivo que sigue expandiéndose es el arándano, que creció un 49% durante la última campaña, debido al incremento de superficie y de producción en La Libertad y Lambayeque, principalmente.

Seguir abriendo mercados

Si bien Europa (US$1,928 millones) y EE UU (US$1,878 millones) siguen siendo los principales mercados de destino de las agroexportaciones del Perú, en la última década ha habido una fuerte expansión de China, pasando de ventas por US$41 millones en 2008 a US$278 millones en 2018, representando el 5% del total de las exportaciones.

Ese crecimiento se debe en buena parte a la uva de mesa, aunque existe mucha expectativa por destrabar el ingreso del mayor número de productos a ese mercado, pero también al resto del Asia, donde se enviaron productos por un valor de US$281 millones, mientras que diez años antes, las ventas habían sido de solo US$34 millones.

La apertura sanitaria es uno de las tareas más importantes a cargo del Senasa. Sin ella no se habrían podido abrir nuevos mercados. Durante este año, el mercado chino se ha abierto a la quinua, lo que beneficiará a unos 20,000 productores de Cusco, Puno, Ayacucho, Huancavelica y Arequipa. Se espera que pronto ocurra lo mismo con la granada. En tanto, se ha comenzó el proceso para las pecanas.

Pero, ¿cómo se podría impulsar la apertura de nuevos mercados? La propuesta de Gabriel Amaro, de Agap, es que se designe al menos a tres agregados agrícolas en los 'mercados clave' para la industria peruana: EE UU, Unión Europea y Asia. Así, se podrá impulsar la apertura sanitaria y se podrá estar pendiente de aquellas barreras no arancelarias que pudiesen frenar las exportaciones peruanas.

Artículo completo y Fuente en: Red Agrícola Perú

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