Intensa es la hoja de ruta que propone el Consejo Nacional de Innovación para el Desarrollo (CNID), mirando el país poco más de una década hacia adelante. Luego de tres años de conversar y debatir variadas alternativas, en un espacio de diálogo en el que convergen conocedores de la innovación desde diversas áreas científicas, investigastivas, académicas, empresariales y productivas, se encuentra ya afinada una mirada consensuada. La propuesta, que observa a Chile hacia el año 2030 y que va a ser entregada a la presidenta Michelle Bachelet, va más allá de ópticas ideológicas y concita un trabajo en conjunto. Con el 0,38% del PIB invertido en I+D, Chile es el país de la Ocde con la cifra más baja en esta materia, tanto a nivel público como privado. Con la propuesta del CNID el guarismo varía un poco hacia el 0,6%. Sin embargo, la óptica principal está puesta en cambiar la actitud frente a la innovación. En el consejo enfatizan que el país cuenta con el conocimiento y las personas para dar este imprescindible salto. Los cinco ejes principales de la hoja de rut propuesta por el CNID son los siguientes. 1. Masificar banda ancha desde Vísviri a Cabo de Hornos: Se estima que la democratización del acceso a internet y a la conectividad es esencial para el desarrollo de la innovación. La idea es que la mejora de estas condiciones potencie intensamente el desarrollo de nuevas ideas al facilitar el intercambio de las comunicaciones entre los diversos actores e instituciones. 2. Retos de Chile: Se eligen aspectos en los que Chile es líder y se profundiza un trabajo desde I+D+i. Así, por ejemplo, la energía solar o los desastres naturales pueden ser un buen punto de partida para generar un desarrollo que incorpore esta dinámica. La idea es también abrir la elección de estos retos a una participación de la gente a través de diversos espacios. 3. Impuestos colaborativos: Se propone un trabajo colaborativo entre distintos sectores a los que se les pide un aporte especial para buscar soluciones y aplicaciones desde el desarrollo científico, el que se le será devuelto una vez que esas soluciones generen ganancias. En cada sector productivo existen variados desafíos que no pueden ser enfrentados por empresas individuales y se requiere de un trabajo más público-privado. 4. Ciencia en las escuelas: La idea es profundizar la experiencia que se realiza junto al ministerio de Educación en el desarrollo de Cultura Cti. En ese sentido se busca realizar un trabajo intenso a nivel de colegios para fomentar en los niños inquietudes científicas, desde el desarrollo de habilidades como preguntar, indagar y experimentar hasta el acceso variado a contenidos y temas. 5. Nuevas fórmulas de recursos para I+D+i: Se propone la apertura de recursos para estas áreas hacia las áreas ministeriales. Es decir, que cada cartera destine un porcentaje de sus recursos a I+D+i. Como los recursos fiscales están siempre comprometidos en el mediano y largo plazo, esta vía puede resultar más expedita hacia la idea de fomentar la inversión en estos temas.
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