Se trata de la Viola imbricata o "Viola Catita", una planta siempreviva perteneciente al subgénero Neoandinun, que fue registrada en los Andes de las regiones del Maule y Ñuble. Su particular nombre se debe a su forma y coloración. Arrieros de la zona le llaman así, ya que parece la cabeza de un loro o "catita", posiblemente refiriéndose a las cachañas.
Fuente: Ladera Sur