En estos días ha sido común ver campos de cereal prácticamente agostados con agricultores que han decidido cosechar su cereal ante una perspectiva peor. El año pasado -hubo lluvia en marzo y abril- la cosecha alcanzó 18 millones de toneladas. En este año sin haber caído una gota, desde Cooperativas Agroalimentarias temen una descenso histórico, agravado por la reducción de la superficie de maíz debido a la falta de agua para los riegos.